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28 de febrero de 2010

SONETO DE TUS VÍCERAS - Baldomero Fernández Moreno



Escarbando en una caja de cartón maltrecha por el tiempo, casi olvidada por mí, encontré este pequeño volumen de poesías de amor hispanoamericanas coleccionadas por Mario Benedetti, y publicado por el Instituto del Libro de La Habana en 1969. Unos cuarenta años después de haberlo comprado en una librería de arquitectura modernista, pero con aires de refugio antiaéreo, a un costado de la Universidad habanera, todavía disfruto cuando lo hojeo y redescubro las joyas verdaderas y – ¡por qué no! – también las caras baratijas amorosas de nuestros inspirados poetas que fueron compiladas, con tanta gracia, por el reconocido intelectual uruguayo. Según la información en el interior del libro, la portada y el diseño general estuvo a cargo de Cecilia Guerra, quien se inspiró en viñetas románticas de P. Humann y P. Grot Johann. Pero es evidente que hay influencia del Pop Art norteamericano, en boga a nivel mundial en aquel entonces. No creo que nadie, ni institución alguna, se moleste a estas alturas por brindarle algunos poemas, escogidos arbitrariamente por mí, de esta selección de Benedetti.

Pero antes, lea cuan sensible y balanceadamente Benedetti analiza y prologa su hermosa colección de poemas amorosos hispanoamericanos.




POESÍAS DE AMOR HIPANOAMERICANAS

Prólogo

Este volumen no aspira a ser una antología sino una mera muestra de la poesía amorosa escrita por autores hispanoamericanos. Para ser estrictamente una antología, debería haberse apoyado en un criterio más riguroso, en una inexpugnable calidad literaria. Me apresuro a reconocer que la presente selección incluye poemas a los que resulta difícil rescatar de una peligrosa vecindad con la cursilería. Sin embargo, en una zona tan particular de las letras hispanoamericanas como la del amor en verso, esa proximidad es poco menos que inevitable. La verdad es que si nos alejamos demasiado de semejante linde, corremos el riesgo de caer en la Academia, zona donde el amor raras veces se instala. Es probable que una antología de tomo y lomo excluyera muchos de esos poemas, sonoros como tormentas, exagerados como frutas de trópico, que toman por sorpresa al lector (y sobre todo a la lectora) adolescente de todas las épocas, y que luego la memoria se resiste a tirar por la borda. Pero seamos francos con nosotros mismos: sin tales poemas, ¿valdría la pena esta reunión de amores?
Después de todo, la tradición oral también va haciendo su antología. En cada etapa, hay siempre muchos poetas que decoran o hieren, que lloran o festejan la extraterritorialidad de su amor. Sin embargo, las sucesivas promociones de lectores solo recuerdan a unos pocos; alguna apelación (oscura o palmaria, pero siempre decisiva) habrán hecho esos pocos a la sensibilidad de tales lectores para que tal rescate se produzca. Esta selección intenta, por una parte, respetar la capacidad selectiva del oído popular, y, por otra, (particularmente, en lo que atañe a los poetas de las últimas y penúltimas jornadas) proponer una serie de poemas actuales que, mediante un nuevo lenguaje, mediante nuevos modos de asumir no sólo el amor sino también una realidad que incluye el amor, parecen especialmente aptos para continuar una línea poética que siempre ha tenido amplia resonancia en nuestra América.

Mario Benedetti.

A continuación, una muestra mórbida-humorosa seleccionada por Benedetti.





                                                SONETO DE TUS VÍCERAS
                                Baldomero Fernández Moreno, poeta argentino
                                                     
                                       
                                        Harto ya de alabar tu piel dorada,
                                        tus externas y muchas perfecciones,
                                        canto al jardín azul de tus pulmones
                                        y a tu tráquea elegante y anillada.
                                       
                                        Canto a tu masa intestinal rosada,
                                        al bazo, al páncreas, a los epiplones,
                                        al doble filtro gris de tus riñones
                                        y a tu matriz profunda y renovada.
                                       
                                        Canto al tuétano dulce de tus huesos,
                                        a la linfa que embebe tus tejidos,
                                        al acre olor orgánico que exhalas.
                                       
                                        Quiero gastar tus víceras a besos,
                                        vivir dentro de tí con mis sentidos...
                                        Yo soy un sapo negro con dos alas.




23 de febrero de 2010

Muere disidente cubano ORLANDO ZAPATA TAMAYO tras huelga de hambre


BBC Mundo, 24 de febrero de 2010

El disidente cubano Orlando Zapata Tamayo murió el martes luego de pasar 85 días en huelga de hambre, indicaron fuentes médicas.
Según la agencia de noticias Efe, Zapata, de 42 años, murió en el hospital Amejeiras de La Habana.
Según la agencia Reuters, la causa inmediata de su muerte no es clara aún. En todo caso si se confirma que fue a consecuencia de la huelga de hambre, sería el primer deceso por esa causa en 40 años.
En declaraciones a BBC Mundo, Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), calificó lo ocurrido como "una especie de homicidio con ropaje judicial carcelario". Agregó que fue una muerte que pudo evitarse, pues "existen procedimientos médicos para evitar que una persona que está en huelga de hambre muera de inanición".
Sánchez señaló además que el gobierno cubano "cometió un error de cálculo, pues pensaron que al ser un simple obrero albañil... iba a pasar esa muerte como algo inadvertido. Pero Orlando Zapata era un prisionero de consciencia adoptado formalmente por Amnistía Internacional".
Zapata se encontraba en prisión desde 2003 por participar en una huelga de hambre. Pese a que había sido condenado a tres años de prisión organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional aseveran que su condena se elevó a 25 años y seis meses de prisión por diversos delitos como desacato, desorden público y resistencia.
Su madre, Reina Luisa Tamayo dijo al diario de Miami El Nuevo Herald vía telefónica que su hijo fue asesinado.
"Acabaron con él. La muerte de mi hijo ha sido un asesinato premeditado''.
"Lograron lo que ellos querían. Acabaron con la existencia de un luchador por los derechos humanos''.
En mayo de 2004 fue condenado a 3 años de cárcel por desacato, pero su condena se fue ampliando en otros procesos judiciales.
El gobierno de Cuba califica a Zapata y otros 200 disidentes en prisión de "mercenarios" a sueldo de Estados Unidos con el fin de desestabilizar el gobierno de la isla.

LOS DÉBILES TIENEN UN ARMA: LOS ERRORES DE LOS QUE SE CREEN FUERTES - George Bidault.

GEORGES BIDAULT - Patriota y político francés, quien olvidándose de su frase inspirada en la lucha contra el fascismo alemán, cometió posteriormente los mismos errores cuando el pueblo argelino luchaba por su independencia.



16 de febrero de 2010

Para Adrián: Aventuras Verdaderas de Tío Coco





Esta historia ocurrió antes de tu nacimiento. La familia - y algunos amigos - fuimos de paseo a mirar los animales salvajes de una jungla. Cuando llegamos allí, no presté atención a lo que el guía explicaba al grupo. Él advirtió: ¡tengan mucho cuidado, no se alejen ni estén solos! Tonto y desobediente, no le hice caso porque me distraje con un árbol raro y bello a la distancia que llamó mi atención. De sus ramas colgaban hilachas azuladas y rosadas - semejante a la cabellera de las hadas - que agitadas por el viento tintinaban al chocar entre sí. El sonido cristalino era tan dulce y suave que causaba cosquilleos en los oídos. Estaba tan distraído escuchando que no me dí cuenta de la ausencia de los otros miembros del grupo. ¡No había nadie, estaba completamente solo! De pronto, sentí pisadas apagadas a mis espaldas. ¡Me voltee rápidamente y… a solo unos pasos... un leopardo enorme me acechaba!
Enseguida me dí cuenta que no era malo. Al contrario, era demasiado bueno y confiado para su seguridad. La mansedumbre se debía a su cría por payasos de un famoso circo - más tarde destruído en un gran incendio - y del cual él había escapado en medio del caos. Pero no sabiendo esa historia, me aterroricé cuando lo ví en ese momento. Corrí a más no poder, pero el leopardo me alcanzó en un dos por tres; y después de tirarme al suelo, se sentó inmediatamente encima de mí. ¡Qué susto! ¡Y lo peor, cómo pesaba y apestaba el muy salvaje! Abrió su boca a todo dar, y - lengüeteándose los dientes y labios - miró extrañado la aterroizada expresión de mi rostro. Entonces, en lugar de mutilarme ¡me besó! Mejor dicho, me lamió, que es el modo de besar de un leopardo cariñoso.
Tus padres sintieron el revuelo, y oyeron los gritos iniciales. Asustados, vinieron enseguida en mi ayuda. Mientras Levan aguantaba al leopardo por la cola, Laurie nos fotografió para guardar un recuerdo de la aventura. Ambos fueron muy valientes, pero Laurie aún más. Ella le jaló una oreja con cuidado, y lo amonestó con firmeza – ¡No, no hagas eso nunca más. Las personas no saben que eres bueno, y del susto pueden lastimarse o lastimarte a tí!
El leopardo comprendió el mensaje por el tono de su voz. Bajó la cabeza abochornado, y rugió bajito como pidiéndome disculpas. ¡Por supuesto... lo perdoné! Nos despedimos más tarde: él con otro lamido pegajoso; y yo - inclinando la cabeza y agitando mi mano derecha - con un guiño amistoso.