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15 de marzo de 2010

Tres Ideas Malas (El Universo es Más Grande)

Tom Moon es un sicoterapeuta radicado en San Francisco. A su consultorio acuden gais, lesbianas, y otros miembros de la diversidad sexual que necesitan consejería. Pero ellos no son los únicos a los que presta un gran servicio. Su labor es reconocida también por clientes heterosexuales que han oído de su calidad profesional, y del cuidado y la sensibilidad con que maneja los asuntos de quienes acuden a él en busca de ayuda. Descubrí casualmente su sitio de internet, Tom Moon, M.F.T., e inmediatamente tomé un gran interés en sus artículos esclarecedores. Pensé egoístamente que estos debían ser de dominio público y, olvidándome de los derechos de autor, le pedí a mi amiga Gladiolo que los tradujera y comenzara a publicarlos en su primera versión de Rincón de Neón. Esto ocurrió, más o menos, allá a mediados de julio de 2008. Claro, esta tarea la haríamos dándole crédito al autor de los artículos. La conciencia nos comenzó a picar después de un rato, y finalmente decidimos darle a conocer a Tom lo que habíamos hecho; y con mil disculpas, explicaciones y alabanzas, le pedimos que nos permitiera continuar cometiendo nuestros “crímenes”. La respuesta de Tom reflejó magníficamente el gran humanismo que transpiran claramente sus escritos. Claro que sí, nos respondió prontamente. Y no solo eso, sino que nos agradeció humildemente el honor; manifestando también alegría de que pusiésemos su trabajo, por medio de nuestro esfuerzo, a disposición de los lectores hispanos.

Los lectores de Gladiolo Soy debieran darse un paseíto, de vez en cuando, por Rincón de Neón. Algunos de los artículos de Tom Moon, publicados allí en español – gracias a la labor cuidadosa, supervisada por mí, de Gladiolo – son de interés y provecho universal.
Este trabajo en particular – Tres Ideas Malas – lo publico nuevamente aquí porque considero que las ideas centrales, manifestadas escueta pero brillantemente por Tom Moon, pueden ser útiles para muchos. Y no solo para individuos, sino también para instituciones, e inclusive gobiernos. Estos pudieran ajustar el lenguaje, la estructura, y el ordenamiento de los conceptos presentes en el mensaje, de acuerdo a sus proyecciones particulares.
Por último, para ser honesto, no pude dejar de pensar en mis compatriotas cubanos después de leerlo varias veces. Somos generalmente un conglomerado humano muy inteligente, muy creativo, muy patriótico, muy apasionado, pero desafortunadamente, también muy disfuncional.
A continuación:

2 de marzo de 2010

Un Opúsculo Pío Homofóbico y Agresivo


DIVERSIDAD SEXUAL
EN PIRAS ECLESIÁSTICAS

EN ESTA SECCIÓN, GLADIOLO SOY TRAE AL LECTOR ARTÍCULOS CON ANÁLISIS SIMPLISTAS, CONDESCENDIENTES Y CONTRADICTORIOS QUE PRETENDEN EXPLICAR LA HOMOSEXUALIDAD DE UN MODO COMPASIONADO, PERO QUE EN REALIDAD INTENTAN AGRUPAR A LOS MIEMBROS DE LA DIVERSIDAD SEXUAL EN UNA CATEGORÍA DE DESCARRIADOS IRREPONSABLES - AMORAL Y ESCASOS PRINCIPIOS - QUE NECESITA SER GUIADA DE VUELTA AL REBAÑO IDEAL.

MIEMBROS DE ALGUNAS INSTITUCIONES RELIGIOSAS, CON LOS DE LA IGLESIA CATÓLICA A LA CABEZA, ALEGAN QUE LA "CONDUCTA HOMOSEXUAL", EN PARTICULAR, ES DAÑINA AL INDIVIDUO Y PELIGROSA PARA LA SUPERVIVENCIA DE LA FAMILIA Y EL GÉNERO HUMANO. CON ESTE CRITERIO, CONSIDERADO POR MUCHOS COMO ALTRUÍSTA Y JUSTIFICADO, TRATAN DE EXPLICAR LOS INTENTOS POR ACALLAR A QUIENES, A NIVEL MUNDIAL, LUCHAN POR ALCANZAR IGUALDAD DE DERECHOS HUMANOS.



"...La Iglesia enseña que el respeto hacia las personas homosexuales no puede en modo alguno llevar a la aprobación del comportamiento homosexual ni a la legalización de las uniones homosexuales. El bien común exige que las leyes reconozcan, favorezcan y protejan la unión matrimonial como base de la familia, célula primaria de la sociedad. Reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, significaría no solamente aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual, sino también ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad. La Iglesia no puede dejar de defender tales valores, para el bien de los hombres y de toda la sociedad.El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en la audiencia concedida al Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 28 de marzo de 2003, ha aprobado las presentes Consideraciones, decididas en la Sesión Ordinaria de la misma, y ha ordenado su publicación..."