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10 de julio de 2022

ASERCIÓN Y GLAMUR



'Era una reina'... April Ashley.



La Vida Extraordinaria de April Ashley
Obituario

Por Veronica Horwell
19 de Enero 2022

Editado y traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal



La mayor parte de los 86 años de April Ashley fueron la dura vida de una pionera, con repetidos rechazos y reveses plagados de escándalos. Pero nunca se arrepintió del día en 1960 cuando arriesgó su vida para convertirse en su verdadero yo, a través de una cirugía de realineación de género, una de las primeras personas en emprender tal faena. La operación le costó un dolor prolongado, además de unas 2.500 libras esterlinas muy difíciles de recaudar. Pero en su vejez dijo que cada mañana “todavía le quedaba alguna alegría” por el recuerdo de la transformación. En cuanto a tiempos difíciles se decía: “Ánimo… sé lo más valiente que puedas”.


Su belleza, estilo instintivo y comprensión del artificio del glamur fueron anteriores a la cirugía. Después de esta, tuvo breves oportunidades como modelo, proyectando el estilo pulcro de los años 50, pero animado por una original picardía. Ashley tenía también voz de aristócrata, y un ingenio innato. David Bailey, Brian Duffy, Terences Donovan y O'Neill la fotografiaron, incluso en lencería. No ocultaba quién era, ni cómo se había transformado. A ellos no les importó, porque ella entregaba siempre una gran imagen. Actualizó el aspecto a lo largo de su vida: chiflada, miembro de la alta sociedad en la década de los 60, profesional de vida privada, y duquesa cuidadosamente editada en sus últimos años. Como ella lo logró, pocos han llevado alguna vez con gracia el vestuario y el tocado blando de un honor académico.



April Ashley en 1979.



En su adultez joven, la liberación y la alegría de vivir de su yo cambiado la convirtió en una chica divertida y bienvenida en cualquier fiesta. Cruzó los límites sociales y de clase como una celebridad temprana financiada por la generosidad: champán enviado a su mesa, regalos de ropa y joyas, paseos en jets privados a lugares excitantes.


Había nacido en Liverpool, y fue bautizado como George. Uno de los seis hijos de Frederick Jamieson, un cocinero de la Royal Navy, y su esposa, Ada (de soltera Brown). El padre estaba a menudo en el mar, y cuando regresaba de permiso, borracho. Mucho tiempo después, cuando Ashley visitó su lecho de muerte, y la primera vez que la había visto como mujer, él la aceptó y le dijo: "Cariño, siempre lo supe". Sin embargo, no hubo mucha reconciliación con su madre Ada, quien había golpeado a George a diario. Ni con los hermanos que se burlaban del chico de rasgos delicados, cuya voz nunca enronqueció,  y cuyo cuerpo se volvió más femenino con la adolescencia. Rezaba a Dios todas las noches para ser una niña al despertar.


A los 16, George se unió a la marina mercante. Después de intentar suicidarse durante una licencia en Los Ángeles, ingresó voluntariamente en un hospital psiquiátrico de Ormskirk,  Lancashire, donde suplicó a los médicos que lo hicieran más masculino. Fue tratado con hormonas y descargas eléctricas como terapia, hasta que finalmente huyó a Londres. Estando en esa ciudad, cuando se vistió de mujer por primera vez, supo que se convertiría en una, aunque todavía no sabía cómo.



Ashley actuando en el Astor Club, Londres en 1962.



Durante unas vacaciones en París, conoció artistas que lo ayudaron a convertirse en bailarín bajo el nombre de Tony April, en el club nocturno Le Carrousel, famoso por sus espectáculos de transgénero. La famosa jefa del grupo, Coccinelle, lo recomendó a una clínica en Casablanca, Marruecos, del pionero cirujano Georges Burou, quien le realizó durante siete horas una operación de realineación de género. Cuando la nueva April Ashley despertó, el galeno la saludó con un “Bonjour, Mademoiselle”.


Al regresar a Gran Bretaña, y registrarse oficialmente como mujer, Ashley se hizo modelo. Tuvo un pequeño rol en la película The Road to Hong Kong, protagonizada por Bob Hope y Bing Crosby. Pero en 1961, una amiga vendió su secreto por cinco libras al Sunday People. Como consecuencia de ello, su nombre fue eliminado de los créditos de la película al estrenarse el año siguiente. Su agencia canceló todas las reservaciones, y hasta le dijo que no volvería a trabajar en el Reino Unido. De hecho, cuando solicitaba trabajo, la respuesta solía ser: "No queremos gente como tú".


Ashley finalmente encontró trabajo de anfitriona en club nocturnos de la Costa del Sol, en España. Incluido el Jacaranda en Marbella, propiedad de su pretendiente Arthur Corbett, quien se convertiría en el próximo Lord Rowallan. Los impulsos por travestirse provocó que el primer matrimonio de Corbett terminara en divorcio. Se casaron en Gibraltar en 1963, pero Ashley se fugó quince días después con el heredero del Duque del Infantado.


En 1966, Ashley le exigió a Corbett pensión compensatoria. Resentido, éste presentó una contramedida para anular el matrimonio con el argumento de que Ashley no era una mujer. El juicio duró tres semanas, y los procedimientos judiciales duraron tres años. En 1970, el juez dictaminó que Ashley “fue en todo momento un varón” y que no podía haber matrimonio entre dos hombres. Un precedente que duró más de 30 años. Posteriormente, Ashley tuvo una crisis nerviosa, pero cuando se recuperó, ella y su amigo Desmond Morgan abrieron el restaurante April and Desmond’s, en el vecindario londinense de Knightsbridge.



April Ashley y Desmond Morgan 

en el restaurante April and Desmond's en 1970 



Esa vida frenética le provocó, probablemente, un ataque al corazón que la hizo retirarse en Hay-on-Wye, un pueblo británico en Gales en 1975. En ese lugar, los intentos de salir del estancamiento económico trabajando de camarera en restaurantes fracasaron. Algunos de sus compañeros de trabajo descubrieron su pasado, y la hicieron sentir como un bicho raro. 

En 1986 siguió a su nuevo esposo, Jeffrey West, a San Diego en California. El matrimonio terminó en 1990, pero ella se quedó en esa ciudad y trabajó por algún tiempo para la organización mundial Greenpeace. Más tarde encontró empleo en una galería de artesanía, donde sus compañeros californianos de trabajo no le preguntaron quién era. Los cambios sociales de esos años hicieron que su historia personal fuera volviéndose paulatinamente menos exótica.


Ashley anhelaba regresar al Reino Unido. En 2005 apeló con éxito al viceprimer ministro John Prescott, quien fuese su compañero de cuarto en una pensión de Londres, para que le otorgara un certificado de nacimiento que la reconociera como mujer. Para entonces, el Reino Unido había introducido la Ley de Reconocimiento de Género de 2004.


Debido a la falta de pago al seguro nacional, su pensión era escasa. Ashley vivió en circunstancias difíciles hasta el final de su vida, a pesar de algunas tarifas que ella exigió con firmeza, por apariciones públicas que realizó. 

La ciudad de Liverpool la hizo ciudadana de honor en 2015. En ese mismo año, la exposición Retrato de una Dama se presentó durante 12 meses en el Museo de Liverpool. Posteriormente, la exposición fue trasladada a Londres. 


En 2012, su aparición en el Palacio de Buckingham para recoger un MBE (Miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico), por servicios a la igualdad de derechos del transgénero, fue sensacional por la elegancia y majestuosidad de su presencia.



April Ashley con su MBE en 2012. 



El segundo libro de memorias de Ashley, The First Lady, se publicó en 2006. Pero resultó que gran parte de éste había sido tomado directamente de su primera autobiografía, April Ashley's Odyssey, escrita por Duncan Fallowell en 1982. Cuando el editor del primer libro vio las pruebas de impresión, el segundo libro tuvo que ser retirado y modificado. Como consecuencia de ello, Ashley no pudo materializar una película biográfica que deseaba. Sin embargo, ella entrenó al actor Eddie Redmayne en el timbre de voz adecuado, y comportamiento femenino para el filme británico-estadounidense La Chica Danesa (2015).



 APRIL ASHLEY, PIONERA TRANSGÉNERO 


Nació el 29 de abril de 1935

 Murió el 27 de diciembre de 2021



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Tomado del periódico The Guardian