En la China rural, la transgénero HERMANA LIU
anhela tener una vida de familia.
Por Irene Wan, HUizhong Wu
GUANZHONG, China (Reuters)
Los compradores matutinos del mercado fijan sus vistas en Liu Peilin, cuando ella pasa con su chaqueta roja y una peluca gris cubierta con presillas de colorines. El maquillaje en sus mejillas es rosa brillante, y la sombra en los ojos de un tono que hace juego. Esta mujer de 63 años se ha dado a conocer no solo en el pequeño pueblo donde vive, al sur de China, sino también a nivel nacional e internacional. En el año 2012, noticias de un incendio, en un complejo residencial en la ciudad oriental de Qingdao, capturaron imágenes de un hombre que regresaba al lugar afectado donde vivía. Iba vestido con ropa femenina, y su pelo trenzado llevaba adornos coloridos.
El video se hizo viral, y los internautas chinos lo llamaron "Hermano Jubiloso", en burla por su travestismo de mal gusto. Pero Liu no era un trasvestí, había querido ser mujer desde su infancia, pero había reprimido ese anhelo por décadas.
"En ese momento no estaba permitido", comentó refiriéndose a la Revolución Cultural, cuando la gente se vestía con uniformes de inspiración soviética. "Tuve que tomar en cuenta los factores sociales, y enterré ese deseo en el fondo de mi corazón". No fue sino hasta sus cuarenta, después de la apertura en China, que Liu sintió ella podía comenzar a usar ropa de mujer. El breve roce con la fama, en el internet, le trajo un apodo no deseado que incitó burlas. Pero también la puso en contacto con una comunidad de apoyo.
A principios de este año, Liu tuvo que desalojar su apartamento como en muchas otras ocaciones. Su arrendador, en Qingdao, decidió aumentar el alquiler. Pero en marzo, su comunidad de apoyo la ayudó a mudarse al pueblo de Guanzhong, en las afueras de la ciudad sureña de Fuzhou.
Los admiradores de Liu Peilin la llaman "Hermana Liu". Le han enviado tanta ropa que su armario está lleno. Hay quienes también le envían libros e incluso arte. Pero a pesar de esta asistencia material, y el apoyo moral, Liu enfrenta todavía mucha discriminación. "Todos sabemos que no es una mala persona", comentó un funcionario de la aldea apellidado Lin, quien se negó a dar su nombre completo. "Pero comportarse como mujer, especialmente vestirse como una, no se ve muy bien ... algunas personas que no lo conocen piensan que está loco".
Por supuesto, Liu está desempleada a causa de la discriminación. Quiere someterse a una cirugía de reasignación de género, pero carece de fondos para ello. Documenta sus experiencias personales, y su vida cotidiana, anotándolas en un diario.
"Espero que pueda tener una vida normal en el futuro, cuando cambie mi género más adelante", dice Liu. “Quiero casarme y tener una familia. No importa si pueda o no tener hijos. Quiero encontrar un compañero, quiero vivir una vida ".