R. Pared (sin información)
| Álbum de 1864 (desencuadernado por el paso del tiempo y el descuido)
El siguiente artículo de Fernando Ávila explica cómo los ideales de mi abuela paterna, Leonor Córdoba Hernández, conllevan a que ella anotara con V (uve) el apellido Córdoba en algunas de las fotos de este álbum familiar. Esa motivación suya hizo que en la inscripción de nacimiento de mi padre, su apellido materno apareciera con V (uve). Sin embargo, una prima hermana de mi padre llamada Leonor Córdoba Funes (no confundir este nombre y apellido con el de mi abuela paterna Leonor Córdoba Hernández) se negó a ese cambio. Siempre escribió Córdoba con B.
Por FERNANDO ÁVILA Defensor del Lenguaje. Córdoba es el nombre de una provincia española, que forma parte de la comunidad autónoma de Andalucía. En su actual territorio se estableció en el año 756 el Califato de Córdoba, independiente del Damasco, que originó esa esplendorosa civilización de la cual somos descendientes los hispanoamericanos. El español que llegó a América, bien se sabe, no era solo latino; era también árabe, gracias a la presencia de ocho siglos de esta civilización en la madre patria. Los nombres y apellidos españoles comenzaron a reproducirse en la América española a partir del siglo XVI. Y por ese camino llegó a nuestro país Córdoba, con be larga. Por alguna comprensible razón de rebeldía, el general José María Córdova no escribía su apellido con la be original, sino que decidió cambiarla por uve, como el célebre actor mexicano Arturo de Córdova. Esa peculiar grafía de su apellido se ha respetado al bautizar el aeropuerto de Rionegro, Antioquia, cuna y sepulcro del héroe nacional; la Escuela Militar de Cadetes de Santa Fe de Bogotá; el tercer jet que tuvo Avianca y algunas otras entidades, que se llaman José María Córdova, con uve. Sin embargo, cuando se fundó el departamento de Córdoba (del corazón de Bolívar surgió Córdoba), también en honor del héroe, fue bautizado el nuevo ente territorial con el nombre de Córdoba, con be. La ley # 9 del 18 de diciembre de 1951, que creó el departamento, señala que su nominación se hace en honor al héroe de la Independencia José María Córdova. Los redactores de la ley no advirtieron la peculiar grafía del apellido del prohombre al que se rendía homenaje y el departamento fue llamado Córdoba, con be. En años recientes algún gobernador quiso enmendar el error, y mediante ordenanza que estuvo vigente a lo largo de su mandato llamó su departamento Córdova, con uve. Hoy se llama, como al principio, Córdoba, con be, única forma válida para escribirlo. Ningún lugar geográfico colombiano tiene el nombre de Córdova, con uve, en cambio hay cuarenta y dos Córdoba, cuatro Cordobita, un Córdobas y un Cordobitas, todos con be. Los Córdobas y Cordobitas se extienden a lo largo de todo el territorio nacional en forma de cerros, quebradas, ríos, resguardos, caseríos y municipios, más, como ya se dijo, un departamento. La situación ortográfica es entonces muy clara: se escribe Córdova, con uve, el nombre el prócer José María Córdova, así como los de entidades fundadas en su honor, excepto los entes geográficos, que son todos con be: Córdoba, Córdobas, Cordobita y Cordobitas.
POPULAR #112
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Sección actual de Ciudad Camagüey, Google Map. Cuando usted mira la pantalla, Popular #112 es la forma geométrica gris claro, en forma de P, al lado izquierdo de CASA DE RENTA YANELIS
La historia de este álbum fotográfico está vinculada a las varias generaciones que habitaron la que fue una modesta mansión localizada en la calle Popular #112 de Ciudad Camagüey, Cuba. El inmueble consistía de un espacio central con un gran portón frontal de dos alas que inicialmente daba entrada a carruajes de la época. Esto era posible porque el nivel de la calle, en ese entonces, era más alto que su nivel actual. Ese gran portón, a su vez, tenía una puerta pequeña en el ala derecha con el propósito de facilitar la entrada de los residentes.
A ambos lados de ese espacio central había otros dos espacios pertenecientes a la mansión. Mirando la vivienda desde el otro lado de la calle, el espacio en la derecha tenía una puerta accesoria, no así en el de la izquierda. Curiosamente, en el espacio de la derecha, con la puerta accesoria #16, nació mi primo hermano Iván Hidalgo Funes, hijo único de mi tía Aida Funes Córdoba y de su esposo Rafael Hidalgo. Esta familia residió temporalmente allí hasta que construyeron una pequeña villa, rodeada de árboles frutales, en las afueras de la ciudad de Camagüey; exactamente en la Carretera Central Oeste, al noreste de la intersección de esa autopista y la vía ferroviaria camino a La Habana. Este lugar, de ambiente semi rural, fue para mí un escape campestre ideal en mis años de infancia. Desde hace muchos años, es una zona irreconocible debido al desarrollo urbano.
A inicios de los años sesenta del siglo XX, mi padre relocalizó nuestro hogar, y su pequeño negocio, en la accesoria no numerada de la izquierda. Por la centralidad del lugar, creyó que su ocupación tendría mejor fortuna, pero tampoco logró éxito allí. Fue un esfuerzo arduo para él y los demás miembros de la familia. Hubo que construirle una puerta accesoria. Además, tuvo que rebajar el piso al nivel actual de la calle para poder acomodar su taller de reparar y vender bicicletas, y asentar a la familia en el espacio extra. Edificada a finales del siglo XVIII, los rumbos de quienes habitaron el inmueble (entre ellos los padres y hermanos de mi abuela paterna Leonor Córdova Hernández; y más tarde su esposo, hijos y nietos) afectaron negativamente el destino del inmueble. A ello contribuyeron también las inestabilidades socioeconómicas y políticas ocasionadas por los esfuerzos independentistas cubanos del siglo XIX. Más tarde, hipotecas, abandono voluntario de sus residentes en búsqueda de espacios más habitables en la ciudad; así como migración de regreso a España o hacia los Estados Unidos, fueron factores negativos asimismo. En fin, décadas de desidia familiar convirtieron Popular 112 en un espacio ruinoso y espectral durante el siglo XX. Un lugar pleno de memorias… algunas paradójicas.
La edificación, debilitada ya por su antigüedad, sufrió serios daños a causa del ciclón devastador que afectó a la provincia camagüeyana en 1933. El deterioro total de las tuberías, que le suministraban agua potable, empeoró aún más la habitabilidad de Popular #112.
Hubo un respiro, respecto a la escasez de agua, a inicios de la década de los años sesenta del siglo XX. La anciana Amelia Funes, cuñada de mi abuela paterna todavía en vida y lúcida, memorizó la existencia de un pozo artesiano en la accesoria que estaba ocupando nuestra familia. Amelia visitó el lugar para señalarnos dónde estaba ubicado. Luego de una cuidadosa búsqueda, descubrimos que su boca estaba cubierta por el piso de una habitación. Cuando éste fue parcialmente levantado, encontramos el pozo. Nos aseguramos inmediatamente que su agua fuese de buena calidad, y que se le certificase potable. El descubrimiento nos fue de gran uso durante los cinco años que residimos allí.
Ese pozo artesiano había sido excavado, por los habitantes de Popular #112, con antelación a la edificación de la vivienda contigua, la cual alberga actualmente el negocio Casa de Renta Yanelis. Por ese motivo, como la otra mitad del pozo estaba de ese lado, nosotros hubimos de compartir su uso con quienes, ignorantes de su existencia, vivían allí en ese entonces.
Casa de Renta Yanelis está disfrutando de un beneficio redescubierto por mi familia.
NUESTRO POZO ARTESIANO
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