G

15 de septiembre de 2024

UN RECUERDO



Recorte extraído de la revista POZ, cuyos temas
reflejan y son de interés para la comunidad LGBTQ+
Algunos errores tipográficos fueron enmendados




Un Recuerdo
    
Eugenio Alfonso Arostegui
Nació en Camagüey, Cuba,
el 8 de noviembre de 1950.


Por más que la suerte esquiva

nos de goces y opulencia, 

siempre sentimos la ausencia

de nuestra casa nativa. 

Todo el azar lo deshace,

y nada hay que dure tanto

como es bendito encanto

del hogar donde se nace.

Aunque me alejan de ti

olas de la vida inciertas...

¡Nunca me cierres tus puertas,

casa humilde en que nací! 



Eugenio Alfonso Arostegui
Falleció el 8 de septiembre en 1991.



 


5 de septiembre de 2024

SIN CONTENIDO Y DERRENGADO


ALEGORÍA IRRELEVANTE # 2



Hogareño, siempre he ambientado con artesanías atractivas, de precios módicos, los espacios en que he vivido. Si, lo admito, soy barato, pero mi gusto no lo es generalmente.
Compré este marco en un almacén recién abierto en Dallas, unos veinte años atrás. Esperancejo, su dueño, era un viajero pudiente de mente abierta a lo diferente. Quebró casi de inmediato dado el desdén del ambiente aristocrático donde escogió, erróneamente, establecer su negocio de mercancías foráneas.

El marco no es de plástico moldeado en algún timbiriche asiático, sino construído de una madera exótica desconocida completamente por mi. Fue tallado, quizás, por uno de los numerosos artesanos del Medio Oriente; o concebido y realizado en alguno de los abundantes centros artesanales del Lejano Oriente. ¿Quién sabe?
Aclaro, el matiz es natural, sin el teñido artificial de un colorante.


Fulano, un conocido de aquella época, y que también había viajado ampliamente por esas regiones, me comentó: 
“Oh, yo puedo identificarte el trabajo en madera de ese marco. Además, puedo explicarte también el origen de ese color en particular. Ambas características están muy vinculadas al Medio Oriente. Todos los habitantes de esos territorios están conectados de algún modo, tanto histórica, geográfica, como genéticamente. Muchos llaman a ese color sangre seca”. ¿Sangre seca?, le inquirí con desagrado.
"Si, me afirmó, la sangre ha fluido copiosamente, en muchas de esas zonas, a causa de guerras constantes e interminables...¡desde milenios! Al solidificarse, la sangre ha perdido su rojo natural, adquiriendo ese matiz de fierro oxidado. Su secamiento paulatino ha ido creando capas múltiples que han afectado los espacios vitales, y la sicología de muchos de sus habitantes también. Las capas son tan sólidas como ladrillos utilizados para construir viviendas familiares y otros tipos de edificaciones.
Ahora bien, se cauteloso al mencionar esa realidad - me advirtió Fulano con temor. Alguien pudiera malinterpretar cualquier comentario tuyo al respecto, sentirse ofendido y agredido. Esto puede provocar que ese alguien se considere con el derecho a intimidarte; y en casos de furiosa irracionalidad, hasta vociferar a los cuatro vientos: ¡SI ME MEAS, TE MEO!
¿Eh, qué es eso, Fulano, de qué hablas? No quiero oírte más. Déjame seguir con el tema de este marco tan... ¿terrorífico? ¡Ya ves, has echado a perder mi historia, Fulano!


¡Ejem!...La belleza de este marco puede apreciarse mejor si se le observa en persona. Sin embargo, las medidas utilizadas no fueron las más apropiadas: 25 pulgadas de alto por 13 pulgadas de ancho. El espacio interior agrava aún más su funcionalidad: 19 pulgadas por 8 pulgadas. Como consecuencia, no he podido encontrar una solución que me ayude cumplir la función básica de cualquier marco: contener algo, ya fuese de carácter decorativo o una función práctica.

En lo referente a una función práctica, inspeccionándome el rostro en el espejo del baño en una ocasión (como hacemos todos…creo yo), una idea me chispeó en la mente: ¡Un espejo, eso es... ¿y si le adapto un espejo? Pero esa idea tampoco fructificó.
En todos los lugares que acudí buscando ayuda, en un espacio físico o en un servicio del internet, la respuesta fue la misma siempre: “Es un marco muy pequeño… es muy difícil lograr cortes correctos de primer intento…desperdiciamos mucho material… bla, bla, bla”.
Exasperado, en un sitio web encontré finalmente un material reflectante, flexible y posible de ser recortado con una tijera fuerte. Creí que el marco iba a poder cumplir finalmente su función, aunque la imagen que me ofreciera no fuese la mejor. ¡En realidad, yo no esperaba la desfiguración tan horripilante que iba a ofrecerme!

En voz alta, cometí el error de expresarle al espejo "deformante" mi contrariedad. No puedo explicar cómo ocurrió, pero el marco se desprendió de la pared golpeándome la cara. ¡Por suerte, el "vidrio" era plástico!
¿Fue ese incidente un reflejó de lo advertido por Fulano, sobre las lunaciones mentales, espirituales y físicas propias de esa zona geográfica mencionada anteriormente por él?

Mi padre fue un mecánico motriz de oficio que nunca se dejó derrotar for asuntos de manualidad. Siempre encontraba un arreglo a cualquier problema que afrontaba. Esto podía ser ideando y construyendo genialmente o, en muy raras ocasiones, haciendo una chapucería... pero solucionaba.
Heredé de él esa manualidad, pero de pasatiempo y en labores de carpintería. Como su padre y hermanos, quienes fueron profesionales excelentes en esa ruda y corporal actividad.
En el caso de este hermoso, exótico y "agresivo" trabajo artesanal del Medio Oriente... he sido precavido.


El marco está temporalmente donde debe estar, guindado.
Pero SIN CONTENIDO Y DERRENGADO.
Resguardado en un espacio apartado donde no sea lastimado 
... o pueda, impensadamente o a propósito, lesionar a alguien.