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6 de junio de 2020

La Bailarina Española


Serie “ENTRADAS PAVOROSAS” #3

Pequeña historia en dos partes: la primera, real y tragicómica en La Habana de los años sesenta o setenta; la segunda, una fantasía inspirada en la primera, en Dallas, Texas, a principios de los años noventa.

Miguel Ángel era un personaje, simpático y bonachón, del reparto Santa Catalina donde mi familia vivía. ¡Pero cuidado con pasos en falso, porque era muy revolucionario y vigilante! Tenía que serlo, a pesar suyo debido a las múltiples responsabilidades que lo agobiaban. Siendo miembro del partido político Único Partido en el país, era natural que fuese designado presidente del comité local de vigilancia.

En ese vecindario de clase media, un amigo de mi padre, con conexiones, le encontró una casa inacabada que nosotros mismos reparamos. El cielo raso del techo, inclinado sobre la sala y el comedor, era curioso. Decenas de macetas de barro, colocadas boca abajo y cubiertas de concreto por encima, lo asemejaba a una colmena de abejas. La construcción había sido de un arquitecto que lo abandonó todo para emigrar a España. De cierto modo, nosotros habíamos escapado también... de la pobreza y somnolencia crónica del Camagüey Legendario de aquellos años.

MA, nombrado así cariñosamente por los vecinos, organizaba tareas sociales y fiestas en fechas importantes. Tantas eran estas últimas que la gente le preguntaban en chanza: “¿Cuál es la fecha de moda hoy, MA?”… y el cínico del barrio comentaba disimuladamente: “¡Bueno… si no hay pan, al menos hay circo!

Diabético y testarudo, MA no se cuidaba. Terminó, desafortunadamente, con ambas piernas amputadas a nivel de las rodillas. Pero eso no afectó su entusiasmo: las actividades y fiestas continuaron. En una de ellas, algunos se apartaron del bullicio para charlar sobre literatura. Como de costumbre, MA rondaba a los presentes e intervenía en las conversaciones. “¡Ah, hablando de libros, sí... yo leí Don Quijote!” - afirmó entusiasmado - "¡Oh!" - exclamaron quienes conocían las dificultades de esa lectura. Imparable, detectando inseguridad en los rostros, MA remató: "¡Si, chico, la novela que escribió ese gallego... El Manco del Espanto!"

De vuelta al futuro, unos años más tarde, casi piso una figurilla plástica a la entrada de un gimnasio en Dallas. Hay quienes colectan botones, jarrones, y hasta cabos de tabaco. A mí, un juguete abandonado en la calle me interesa. No tiene que ser excepcional, pero debe grabar mi atención al instante. Eso me sucedió con La Bailarina Española. Aparte de su gracia, le habían arrancado el brazo izquierdo por encima del codo de un mordisco. La crueldad con sus juguetes es común entre los niños: cuando me aburría de ellos, quemaba soldaditos plásticos en grandes batallas, o desarmaba los carritos para "investigar". 
Por mucho tiempo, mantuve la figurilla plástica casi olvidada bajo una lámpara de noche. Hace poco, por esas cosas de la mente, la asocié con MA y decidí redimir su gracia y belleza con la siguiente fantasía.

Nacida en Logroño, en un humilde hogar a orillas del río Ebro, Chavela soñó con ser bailarina desde muy pequeña. Una aspiración difícil de alcanzar, dadas las múltiples tareas de trabajo en el campo a que estaba obligada la familia. Romper esas ataduras ancestrales significó, en un principio, muchos obstáculos a vencer. Afortunadamente, la familia cambió pronto de actitud, al reconocer y aceptar el gran salero e imparable perseverancia de Chavelita. En lo adelante, su familia fue el más importante apoyo que tuvo para cumplir sus anhelos.

El ascenso de Chavela, en los centros culturales de La Rioja, fue meteórico. Pero esa trayectoria casi finaliza abruptamente. La causa fue un ventilador de techo, en el escenario desvencijado de un teatro en Enciso.
 A media función, al ejecutar un elaborado paso arabesco donde debía extender etéreamente el brazo izquierdo hacia el cielo, éste fue cercenado de un solo golpe por una de sus aspas. La sangre, borboteando del muñón, esparcida sobre la orquesta y el pasmado público en las primeras filas. Los espectadores en los palcos y el gallinero, horrorizados, clavaron la vista en el escenario ensangrentado. La extremidad mutilada, yaciendo junto al cuerpo inerte de Chavela. Espasmódicos todavía, los dedos se extendían y contraían como si aún trataran de alcanzar el cielo.
La horrible tragedia dañó, pero no cercenó el espíritu de la persistente logroñesa. Continuó bailando, después de un largo período de recuperación física y re-entrenamiento técnico. Lo que es más, la ausencia del brazo no solo elevó su fama profesional a un grado superior, sino que ayudó también a incluir sorprendentes técnicas danzantes. Sin lo experimentado por ella, nunca se habrían incorporado perfeccionadas soluciones en cuanto al espacio y el equilibrio corporal del danzante. Tan fue así, que un famoso coreógrafo francés, crucial en las creaciones del Teatro Madrid de esa gran ciudad, creó y  ensambló un moderno ballet inspirado en su increíble historia. Chavela ocupó, en esa heroica y destacada obra, el rol protagónico del elenco.
 

 




20 de mayo de 2020

La Verdadera Historia del Filme “EL SEÑOR DE LAS MOSCAS“.


En la década de los setenta del siglo pasado, no recuerdo exactamente el año, “El Señor de las Moscas” fue proyectado en Cuba. Era una copia de mala calidad, traída ilegalmente al país como otros muchos filmes. El bloqueo, la desastrosa política económica cubana, mas cierta tendencia humana de apropiarse de lo ajeno, permitió y justificó esa situación. Sin embargo, esa ilegalidad fue “afortunada” de cierto modo para el cubano corriente, atrapado como estaba en una isla del Caribe "not so far away" (no tan alejada). Víctima no novelesca del tormentoso devenir regional y mundial de la época. 
Los filmes, “incautados” o prestados, no eran seleccionados al azar. Respondían usualmente a tres categorías. Filmes soviéticos (dramas históricos o artísticos): Iván el Terrible, Potemkin, Solaris, Tchaikovsky; filmes de entretenimiento: Los Paraguas de Cherburgo, Fantomas; y filmes de países capitalistas, mayormente aquellos que reflejaban el carácter abusivo y alienante de sus sociedades. Algunos filmes húngaros, polacos, checoslovacos, y otros países del campo socialista, dejaban entrever veladas críticas sociales. Pero casi todos eran bodrios que solo algunos estómagos de cinéfilos podían tolerar.

Era una selectividad que trataba ingeniosamente de engatusar y confundir al espectador. Para el propagandista, “¡Nosotros, no! Nosotros vivimos en el mejor de los mundos posibles (como el carácter de Voltaire en su novela Cándido o el optimismo).
 No es incierto que el capitalismo poseyera y posee aspectos abusivos, e inclusive criminales. Salvo excepciones, en el socialismo ocurre lo mismo. La diferencia era que en el primero, el individuo podía y puede elegir; en el segundo... ¡Caca, niño! Factores a tomar también en cuenta son los históricos, culturales, económicos y geográficos. Pensaba en los países nórdicos como ejemplos a seguir… pero ese ideal se ha enturbiado un poco después de ver recientemente una serie titulada Midnight Sun (Sol de Media Noche) en HULU.
Cuando me topé casualmente con esta crónica, me dije: ¡Ah no, tengo que traducir y publicar este artículo. Sentí que había que ayudar a desmentir la falsa historia del escritor británico William Golding, y el consecuente filme producido a partir del libro. Era necesario revertirle a la narrativa, sobre todo en este momento, el carácter humanista y positivo contenido en la historia verdadera.





El verdadero Señor de las Moscas: lo que realmente sucedió a los seis niños náufragos que estuvieron aislados durante 15 meses.
En 1965, un grupo de escolares naufragan y quedan abandonados en una isla. Lo que les sucedió fue muy diferente al éxito de librería de William Golding.
Por Rutger Bregman

Durante siglos, la cultura occidental ha estado impregnada con la idea de que los humanos son criaturas egoístas. Esa imagen cínica de la humanidad ha sido proclamada en películas, novelas y libros de historia e investigación científica. Pero en los últimos 20 años, algo extraordinario ha sucedido. Científicos de todo el mundo han cambiado a una visión más esperanzadora de la humanidad. Esta evolución es aún tan reciente que los investigadores en diferentes campos a menudo ni siquiera se conocen entre sí.

Cuando comencé a escribir un libro, sobre esta visión más esperanzadora, sabía que había una historia que tendría que abordar. Ocurre en una isla desierta del océano Pacífico. Un avión acaba de estrellarse, y los únicos sobrevivientes son algunos escolares británicos que no pueden creer su buena fortuna. Alrededor, nada más que playa, conchas y agua por millas. Mejor aún: no hay adultos.

El primer día, los muchachos instituyen una especie de democracia. Un niño, Ralph, es elegido para ser el líder del grupo. Atlético, carismático y guapo, su plan es simple: 1) Diversión. 2) Sobrevivir. 3) Hacer señales de humo a los barcos que pasan. El número uno es un éxito. ¿Los demás? No tanto. Los niños están mas interesados en divertirse que en cuidar del fuego. Poco después, comienzan a pintarse la cara y quitarse la ropa; y desarrollan impulsos incontenibles: pellizcar, patear, morder.

Cuando un oficial naval británico finalmente desembarca en la isla, el lugar es un páramo humeante. Tres de los niños han muerto. “Esperaba - dice el oficial - que un grupo de muchachos británicos podría haber presentado un espectáculo mejor que esto". Ante ese comentario, Ralph estalla en lágrimas. "Ralph lloró por el fin de la inocencia” -  leímos - y por “el oscuro corazón del hombre"

Esta historia nunca sucedió. Un maestro de escuela inglés, William Golding, inventó esta historia en 1951. Su novela, “El Señor de las Moscas”, vendería decenas de millones de copias; sería traducida a mas de 30 idiomas y aclamada como uno de los clásicos del siglo XX. En retrospectiva, el secreto del éxito del libro es claro. Golding tenía una habilidad magistral para representar los aspectos más oscuros de la humanidad. Por supuesto, tenía de su lado el espíritu de la década de 1960, cuando una nueva generación estaba cuestionando a sus padres sobre las atrocidades de la segunda guerra mundial. ¿Acaso Auschwitz había sido una anomalía, querían saber, o hay un Nazi escondido en cada uno de nosotros?
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5 de mayo de 2020

SOGUETIS - Una "Comida Vaporosa"

Serie "ENTRADAS VAPOROSAS" #2
Amelia Funes, la ocurrente tía de mi padre - quien se bañaba en las playas de Nuevitas, hasta  tarde en su ancianidad, con un vestido a media pierna - acuño la famosa frase “comida vaporosa”. No es difícil explicar lo que quiso decir. La primera palabra de la frase significaba eso, comida. La segunda, vaporosa, quizás requiera un poco más de abstracción… pero no mucho. Vaporoso es aquello ligero, volátil… en fin, fácil y fugaz. Para ella, la frase expresaba: “voy a cocinar con algo hecho de antemano”. A menudo, el resultado final no era tan vaporoso, si no más bien algo deliciosamente distinto tanto en forma como en sabor. 
Una vez insertada en el vocabulario familiar, la frase chispeó aún más la simple pero agraciada existencia de Amelia Funes: la peculiar y chistosa ama de casa, proveniente de un pasado largo ido, en el Alfredo Adán # 614 del reparto camagüeyano La Vigía.

Amelia Funes, y su no afortunada hijastra Hortencia Córdova (Yaya).
En las casetas de la Playa Santa Rita, Nuevitas, Camagüey .


SOGUETIS, mi plato vaporoso, también brotó de una necesidad: hambre. La rebambaramba de Covid me agarró con la alacena prácticamente vacía. Como casi todos, inmovilización fue mi respuesta inmediata al reto invisible. Pero el hambre es una sensación/sentimiento más fuerte que el miedo. Este último radica en la intangibilidad de la mente, y dentro de la seguridad del cerebro; mientras que el primero radica en el estómago, donde el revolvimiento y los sonidos no son para nada intangibles… además de ser el órgano que sostiene al cerebro.
Una búsqueda relámpago en el refrigerador, y otros lugares de la cocina, no dio mucho resultado: un caldo con migajas de carne y papas en una olla, vegetales no muy frescos en un estante, y un montón de paquetes de espagueti!... ¡Eureka! ¡Una sopa! Si mi madre podía hacer sus famosas sopas de “nada” en Cuba, yo tenía suficientes ingredientes para también hacer una.
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3 de abril de 2020

P & P

Serie "ENTRADAS VAPOROSAS" #1


¡Protégete &
 Protégenos!
Protect Yourself and Protect Us!


No, el dedo no está fracturado. Esta cápsula ornamentada
es una interpretación artística, de protección anti-viral,
que he creado dadas las circunstancias de salud actuales. 

Vivo en un edificio relativamente grande. Sus elevadores
son indispensables para el acceso rápido y eficiente de sus
diferentes áreas. Por lo tanto, tocar botones es una acción
frecuente e inevitable. Al principio, utilizaba un codo. Aparte 
de incómodo y no preciso, eso también implicaba riesgo.

Empecé a utilizar toallas de papel, de esas que se usan en
la cocina. Cortando una hoja en cuatro, para ahorrar, utilizo 
una pieza que envuelvo alrededor del dedo índice como
 un tamal o un taco. Despuésboto ese pedazo usado.
 Posteriormente, creé esta sugestiva figura de papel maché.
 Hecha con el mismo tipo de papel, cinta adhesiva, 
pegamento líquido, acuarela... y un poco de inspiración.

De nuevo: ¡Protégete y Protégeme!

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13 de enero de 2020

A Nadar

NYDIA YOLANDA LEAL LEAL
(Mima)

13 de enero de 1923, Villa Clara CUBA
2 de julio de 2012, San Francisco U.S.A

Paz, corazón, deja que la hora de la
separación sea suave. No permitas que sea una muerte
sino una compleción. Deja que el vuelo a través del
cielo termine en plegamiento de alas
sobre el nido. Deja que el toque final de tus
manos sea gentil, como la flor de la noche.
Detente, o Final Hermoso, por un momento,
y di tus últimas palabras en silencio. Ante ti me inclino,
y levanto mi lámpara para iluminarte en tu camino.

HACIA UNA EXISTENCIA MAYOR
Rabindranath Tagore


En nuestra familia, siempre hubo esa noción de una Existencia Mayor. Sin embargo, cada uno de nosotros ha percibido ese tema con diferentes matices. En el caso de mi madre, extrañamente y extrañamente no, su percepción fue siempre muy peculiar. 

Extrañamente, porque en su familia hubo en todo momento, a través del tiempo, fuerte creencia y práctica religiosa. Madre y hermana nunca entendieron ese desapego de Nydia. Ella nunca elaboró mucho sobre esta disposición suya. Los primeros años de su vida transcurrieron en un ambiente rural rayano en la miseria. Tuvo una educación bien elemental, dada por mi abuela María de los Angeles. Afortunadamente, en la adultez, Mima iluminó su pensamiento con mucha lectura. María de los Ángeles, o Ángela simplemente, sí tuvo una educación avanzada. Pero quedó huérfana al nacer, y la madrastra la crió con desapego. Fue enviada lejos a estudiar internada, y luego la casaron a los catorce años con un hombre de veinticuatro con el que tuvo nueve hijos en fila. Hastiada de infidelidades, huyó con algunos de su hijos a otra provincia. Más tarde, en 1955, fue reclamada por un hijo y emigró a New York. Ciertamente, Angela fue una mujer buena y afanosa. Eso sí, seca y dura dadas las circunstancias de su vida.

Extrañamente no, porque, aparte del desapego religioso, mi madre poseyó siempre un arraigado sentido práctico de la vida. En diversos niveles, la religiosidad apenas se materializó positivamente en la familia; sobre todo, para ella en particular. Siendo una típica capricorniana, con los pies bien puestos en la tierra, la sublimación espiritual carecía de practicidad.   
En la ancianidad, a menudo Mima traía a colación el siguiente deseo: “Cuando fallezca, no quiero velorio ni enterramiento, junten mis cenizas con las de su padre y nos ponen a nadar”. Y acompañaba esta enunciación con movimientos de sus brazos y manos, como si estuvieran nadando. Pipo había fallecido varios años antes, y conservábamos sus cenizas en un lugar especial.

Alentarme a cumplir ese deseo me tomó seis meses. Mi familia no se atrevió a tocar el tema nunca más. De modo que, para mí, los preparativos adecuados fueron una tarea solitaria y dolorosa. Pero al mismo tiempo, el resultado final fue una misión hermosa y reconfortante para todos. Desde el 13 de enero del 2013, mis padres están nadando en la amplia y hermosa Bahía de San Francisco. 
¡Quién sabe, a lo mejor las corrientes marinas los han llevado a todos los mares del mundo!



Después de la ceremonia, en medio de la Bahía de San Francisco.
BALANCE, construcción de un artista japonés en Sausalito,
ese mismo día al otro lado de la bahía.