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26 de noviembre de 2023

CUANDO TU LUCHA TIENE UN PROPÓSITO...


“Cuando tu lucha tiene un propósito - para liberarte de algo, para interferir en nombre de un inocente - eso tiene la esperanza de una finalidad. Cuando la lucha se trata sobre deshacer - cuando se trata de tu nombre, de los lugares a los que está anclada tu sangre, del apego tuyo a algún hito o evento - no hay nada más que odio. Y la larga, lenta progresión de personas que se alimentan de ello. Las cuales han sido alimentadas, meticulosamente, por aquellos venidos antes de ellos. 
Entonces la lucha es interminable, y viene en oleadas y oleadas… pero siempre conserva su capacidad de sorprender a quienes disienten sobre ella.”
 
"The Tiger’s Wife"
                                una novela de Téa Obreht




6 de noviembre de 2023

EN EL ORIENTE MEDIO, COMO EN LA TRAGEDIA GRIEGA, LA JUSTICIA DEBE PREVALECER SOBRE EL ABSOLUTISMO MORAL



Cuando las soluciones políticas pierden frente a la venganza, en palabras de Esquilo
¿Dónde terminará?”


Kenan Malik, columnista
The Observer - Periódico británico, fundado en Diciembre 4 de 1791

Ver cómo se desarrolla la tragedia en Israel y Palestina a veces ha parecido como leer la Orestíada al revés. La Orestíada, una trilogía de obras de Esquilo escrita en el siglo V AC, narra la transformación de la antigua Grecia de una sociedad arraigada en la sangre y la venganza a una sociedad moldeada por la justicia.

La Orestíada comienza con el regreso a casa de Agamenón, el líder de los triunfantes griegos, tras la guerra de Troya. 
Agamenón es brutalmente asesinado por su esposa, Clitemnestra, en furiosa venganza por haber sacrificado ritualmente a su hija Ifigenia en vísperas del conflicto para aplacar a los dioses.

Para vengar a su padre, el hijo de Agamenón, Orestes, mata a Clitemnestra. Perseguido por las Furias, antiguas deidades cuyo papel es vengar los pecados mayores, Orestes busca refugio en Atenas. La diosa de la sabiduría, Atenea, convoca un jurado para juzgar a Orestes. Con el jurado dividido, Atenea vota a favor de la absolución y, al hacerlo, abre las posibilidades de un mundo más allá del gobernado por las Furias.

La Orestíada es una obra compleja que aborda cuestiones que van desde el patriarcado hasta la democracia. La condición humana, para Esquilo, era trágica: Agamenón, Clitemnestra y Orestes se enfrentan a decisiones imposibles.
Sugiere Esquilo: parte del proceso mediante el cual los humanos se civilizan, y aprenden a vivir con la tragedia de su condición, consiste en forjar la distinción entre venganza y justicia. La justicia nos lleva a la esfera de la política, y permite la posibilidad de un cambio razonado y una redención.

La ironía hoy es que la relación entre Israel y los palestinos parece moverse en la dirección opuesta, hacia un mundo definido más por las Furias en vez de por Atenea. Un mundo en el cual la erosión de las soluciones políticas al conflicto ha llevado a que la búsqueda de venganza domine la búsqueda de justicia.

Esto es más claramente visible en el salvajismo de Hamás. La organización no es, como la ven algunos en la izquierda, una expresión de la resistencia palestina sino de la degeneración de esa resistencia, de “la esperanza perdida de que las estrategias morales puedan tener éxito”, en palabras del escritor estadounidense Peter Beinart.

Bajo el gobierno de Hamás, los opositores son brutalmente despachados, se niegan los derechos de las mujeres, y los homosexuales son torturados y asesinados. Incluso teniendo en cuenta el impacto del bloqueo israelí, los gobernantes de Gaza han hecho poco para mejorar las vidas de los habitantes de Gaza. La imaginación de Hamás se sustenta menos en una visión de la libertad palestina que en el odio a Israel y a los judíos.

Quienes celebran las acciones de Hamas como “resistencia”, e imaginan que masacrar a civiles israelíes parece ser una “descolonización”, tienen una visión miserable de los derechos de los palestinos. También es una perspectiva que, al disminuir el valor de las vidas israelíes, sólo fomenta el crecimiento del antisemitismo.

La deshumanización del “otro”, y el deseo de venganza por encima de la justicia, no son simplemente una característica de la política de Hamás. También está entretejido en las perspectivas israelíes desde esferas en lo más alto.

La “nación entera” de Palestina, afirmó el presidente de Israel, Isaac Herzog, “es responsable” de los crímenes de Hamás. El ministro de Patrimonio de Israel, Amichai Eliyahu, ha escrito sobre Gaza, citando con aprobación a un soldado: “Hagan volar y aplanar todo. Simplemente un deleite para la vista.” Galit Distal Atbaryan, parlamentario del Likud y, hasta hace dos semanas, ministro de diplomacia pública de Israel, exigió el “borrado de Gaza”, y agregó: “Aquí se necesitan unas FDI [Fuerzas de Defensa de Israel] vengativas y crueles. Cualquier cosa menos que eso es inmoral”.

Éste es el lenguaje de las Furias, no el de Atenea, y está respaldado por un inmenso equipamiento militar. También es el idioma de muchos partidarios occidentales de Israel. El congresista estadounidense Brian Mast, hablando durante un debate sobre su intento de frenar la ayuda humanitaria a Gaza, descartó la idea de "civiles palestinos inocentes", afirmando: "No creo que usáramos tan a la ligera el término civiles nazis inocentes".

No sólo ha cambiado la retórica israelí, sino también la estrategia militar. A partir de las campañas de bombardeos en el Líbano en la década de 1990, como observan Wendy Pearlman y Boaz Atzili en su libro Triadic Coercion, los líderes israelíes llegaron a considerar que la acción militar poseía una “utilidad inherente más que instrumental”, justificando el uso de “fuerza bruta e indiscriminada” por motivos “tanto morales como estratégicos”. Esto es lo que enfrentan ahora los habitantes de Gaza.

Israel no ha buscado encontrar soluciones políticas al conflicto palestino sino contenerlo y gestionarlo. Ha ayudado cínicamente a nutrir a Hamás, y Benjamín Netanyahu en particular lo ha apuntalado como un obstáculo para una Palestina independiente. “Para impedir la opción de dos Estados”, ha observado el general israelí convertido en investigador académico Gershon Hacohen, “está convirtiendo a Hamás en su socio más cercano. Abiertamente Hamás es un enemigo. Encubiertamente, es un aliado”. Israel está causando devastación en Gaza en busca de un monstruo que ayudó a engendrar.

Si bien ha habido muchas críticas, con razón, a las voces de izquierda que celebran el ataque de Hamás en Israel, se ha dicho mucho menos sobre las figuras políticas inmensamente más poderosas que promueven una retórica incendiaria y deshumanizante en nombre de la defensa de Israel, y el papel de esa retórica para justificar las atrocidades en Gaza. En cambio, en Europa y Estados Unidos hay un esfuerzo concertado para marginar los sentimientos pro palestinos.

En Francia, se han prohibido las manifestaciones de apoyo a los palestinos, mientras que una nueva ley propuesta tipificaría como delito insultar a Israel. En Alemania, como se observa en una carta abierta de escritores, artistas y académicos judíos, en áreas con grandes comunidades turcas y árabes, “camionetas blindadas y escuadrones de policías antidisturbios armados patrullan las calles en busca de cualquier muestra espontánea de apoyo palestino o símbolos de identidad palestina”. En Estados Unidos, quienes expresan sentimientos pro palestinos se han enfrentado al despido.

En Gran Bretaña, la ministra del Interior, Suella Braverman, ha sugerido que ondear una bandera palestina podría considerarse un delito penal, y que “no sólo los símbolos y cánticos explícitos a favor de Hamás... son motivo de preocupación”. La ministra de Ciencia, Michelle Donelan, autoproclamada defensora de la libertad de expresión en las universidades, ha señalado a dos académicos para ser censurados por sus opiniones sobre Israel y el conflicto de Gaza.
Aquí hay más que simplemente hipocresía sobre la libertad de expresión. Es un intento de replantear el conflicto de Gaza como una cuestión moral, más que política, y de deslegitimar las perspectivas palestinas, un enfoque que sólo puede hacer que el compromiso político en un terreno difícil sea aún más intratable.



“¿Dónde terminará? ¿Dónde se hundirá para dormir y 
descansar este odio asesino, esta Furia?”, pregunta 
el Coro al final de Los Coéforos, segunda obra de 
la trilogía de la Orestíada, después de que 
Orestes mata a Clitemnestra. 

 

Hoy, la respuesta depende de si nosotros,
 y los líderes políticos de Israel, Palestina 
y Occidente, deseamos escuchar
 a las Furias o a Atenea.




Publicado en el periódico británico THE GUARDIAN
Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal





29 de agosto de 2023

¡ENTRE EL CASQUETE Y LA GORRA... SU MAJESTAD ESCOJA!


El título, y el montaje fotográfico de esta entrada, están inspirados en una de las famosas frases o correrías atribuídas a Francisco de Quevedo. Un noble en la corte de la España del siglo XVII, Quevedo fue un famoso político, satírico y escritor.
La reina de España, doña Isabel de Borbón, esposa de Felipe IV, era de gran belleza e inteligencia, pero tenía un defecto físico: cojeaba, y le molestaba cualquier alusión a ello. Por supuesto, nadie osaba mencionar el tema.
Un grupo de cortesanos jodiones apostaron con Quevedo a que no sería capaz de mencionárselo. Quevedo aceptó el reto. Un día se presentó ante la reina, con un clavel en una mano y una rosa en la otra, y le preguntó gentilmente sin que ella se inmutara:  
ENTRE  EL CLAVEL⚘ Y LA ROSA❀... SU MAJESTAD ESCOJA





¡POR SUPUESTO!
 ¡TODOS SABEN CUAL ÉL VA A ESCOGER 😡! 





28 de junio de 2023

¿QUÉ HAY DETRÁS DE LOS ACTOS DE VIOLENCIA EXTREMA DE RUSIA?...


...El análisis freudiano ofrece una respuesta.

por Peter Pomerantsev


La voladura de una presa en Ucrania se hace eco de un ciclo tradicional de destrucción y autodestrucción que marca la historia de Rusia.

Debajo del barniz de las "tácticas" militares rusas, se nota la estúpida mirada impúdica de la destrucción por el simple hecho de hacerlo. El Kremlin no puede crear, así que todo lo que le queda por hacer es destruir. No es una manera de pseudo-gloriosa auto inmolación. Las personas detrás de estas atrocidades son cobardes pequeños. Es más bien la historia de un perdedor untando sus heces sobre la vida. En las guerras de Rusia, la misma insensatez parece ser el sentido de los hechos.


Después de las ejecuciones masivas "incidentales" en Bucha; después del bombardeo de las salas de maternidad en Mariupol; después de la destrucción de ciudades enteras en Donbas; después de las cámaras de tortura de los niños, los misiles destinados a helar a los civiles hasta la muerte en pleno invierno, ahora tenemos la vista apocalíptica de las aguas del vasto Dnipro. Un río que, cuando estás en él puedes sentirlo tan ancho como un mar, estalló a través de la presa destruida en Kakhovka. El embalse detrás de ella contenía tanta agua como el Gran Lago Salado en Utah. Su destrucción ya ha sumergido asentamientos donde viven más de 40,000 personas. Ha acabado con santuarios de animales y con reservas naturales. Diezmará la agricultura en la cesta de pan que es Ucrania. La cual  alimenta a gran parte del mundo, sobre todo en el Oriente Medio y África. Al genocidio ruso se le suma el ecocidio.


La presa había sido controlada por Rusia durante más de un año. Desde octubre del año 2022, el gobierno ucraniano ha estado advirtiendo que Rusia tenía planes de destruirla. 

Los sismólogos en Noruega han confirmado que las explosiones masivas, como las ocurridas en el lugar, indican que no fue una ruptura accidental. Provinieron de la presa del embalse en la noche de su destrucción.

Algunos comentadores, incluida la personalidad mediática estadounidense pro-Putin, Tucker Carlson, argumentaron que Rusia no podría estar detrás de la devastación, dado que el daño se ha extendido a los territorios controlados por esa nación, lo cual podría restringir el suministro de agua a Crimea. 

Pero si "Rusia no dañaría a su propio pueblo" es su argumento, entonces éste es uno que no sostiene mucha agua (perdónenme por el torpe juego de palabras). Una de las citas menos precisas sobre Rusia es la siguiente frase de Winston Churchill: “Es un acertijo (Rusia) envuelto en un misterio dentro de un enigma, pero tal vez haya una clave en ello. La clave es el interés nacional ruso”. El comentario hace que suene como si Rusia estuviera impulsada por la elección de alguna teoría racional. Cuando en realidad, siglo tras siglo, parece ocurrir todo lo contrario.


Pocos han captado tan bien, los ciclos rusos de autodestrucción y destrucción de otros, como la crítica literaria ucraniana Tetyana Ogarkova. En su nueva reformulación de la novela clásica rusa Crimen y castigo de Fyodor Dostoievski (una novela sobre un asesino que mata simplemente porque puede), Ogarkova llama a Rusia una cultura en la que hay "crimen sin castigo y castigo sin crimen". El poderoso asesina con impunidad: las víctimas son castigadas sin razón. 

Cuando no está llevando ayuda humanitaria al frente de la guerra, Ogarkova conduce un podcast junto con su esposo, el filósofo Volodymyr Yermolenko. Este podcast es notable por mostrar a dos personas pensando tranquilamente bajo un bombardeo diario. Me recuerda a filósofos judíos alemanes como Walter Benjamin, quien siguió escribiendo con lucidez incluso cuando huía de los nazis. Mientras intentan dar sentido al mal que se cierne sobre su país, Ogarkova y Yermolenko notan la diferencia entre Hitler y Stalin: mientras que los nazis tenían algunas reglas sobre a quienes castigaban (no arios; comunistas); en el terror de Stalin, cualquiera podía ser víctima y en cualquier momento. Violencia al azar recorre la historia rusa. 


Reaccionando a cómo la Rusia de Vladimir Putin cambia constantemente sus razones para invadir Ucrania: desde la "desnazificación" hasta la "recuperación de tierras históricas" y la "expansión de la OTAN", Ogarkova y Yermolenko deciden que la naturaleza brutal de la invasión es su esencia: los crímenes de guerra son el punto. 

Rusia afirma ser un "polo" poderoso en el mundo para equilibrar a Occidente. Pero no ha logrado crear un modelo político exitoso al que otros quieran unirse. 

 Así que no tiene nada más que ofrecer excepto arrastrar a  todos a sus propias profundidades 

"¿Cómo te atreves a vivir así?", decía un grafiti resentido de los soldados rusos en Bucha. “¿De qué sirve el mundo cuando no hay lugar para Rusia en él?”, se queja Putin. Después de que se destruyera la represa en Kakhovka, el general Dobruzhinsky alardeó en un popular programa de entrevistas ruso: “También deberíamos volar el depósito de agua de Kiev”. "¿Por qué?" preguntó el anfitrión. “Solo para mostrarles”. Pero, como exploran Ogarkova y Yermolenko, los rusos también envían a sus soldados a morir sin sentido en la picadora de carne del Donbas, dejando sus cuerpos sin recoger en el campo de batalla, sin informar a sus familiares de su muerte para evitar pagarles. En la televisión, los presentadores alaban que “nadie sabe morir como nosotros”. Mientras tanto, las autoridades están abandonando a los aldeanos del lado del río ocupado por los rusos. Ser “liberado” por Rusia significa unirse a su imperio de humillación.


¿De dónde viene este impulso de aniquilamiento? En 1912, la psicoanalista ruso-judía Sabina Spielrein, que fue asesinada por los nazis, mientras que sus tres hermanos fueron asesinados por el terror de Stalin, planteó por primera vez la idea de que las personas se sentían atraídas tanto por la muerte como por la vida. Se basó en temas de la literatura y el folclore rusos para su teoría del impulso o tendencias de muerte. El fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud, primero encontró sus ideas demasiado morbosas. Pero llegó a estar de acuerdo con ella después de la Primera Guerra Mundial. El deseo de muerte era el deseo de dejar a un lado la responsabilidad, la carga de la individualidad, la elección, la libertad y hundirse de nuevo en la materia inorgánica. Simplemente rendirse. En una cultura como la rusa, donde es común evitar enfrentarse al oscuro pasado con todas sus complejas redes de culpa y responsabilidad, tal olvido puede ser especialmente seductor.


Pero Rusia también está enviando un mensaje similar a los ucranianos, y sus aliados con estos actos de destrucción bíblica ultra-violenta: ríndete ante nuestra inmensidad, rinde tu lucha. Y a pesar de todas las derrotas militares de Rusia y la fragilidad socioeconómica real, esta propaganda de hecho aún puede funcionar.

La reacción en el oeste a la explosión de la presa ha sido extrañamente silenciada. Los ucranianos están organizando notables operaciones de rescate, mientras que Rusia continúa bombardeando ciudades semi-sumergidas; pero los primeros lo están haciendo más o menos solos. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, se ha mostrado desconcertado por el “apoyo cero” de organizaciones internacionales como la ONU y la Cruz Roja.


En parte, la relativa falta de apoyo tal vez se deba a que la gente se siente impotente ante algo tan inmenso como esas escenas al estilo Cecil B DeMille, de ríos gigantes desbordándose explosivamente. Es la misma impotencia que sienten algunos ante la crisis climática. Es apropiado que la respuesta más fuerte al ecocidio de Rusia no proviniera de los gobiernos sino de la activista climática Greta Thunberg, quien claramente culpó a Rusia de lo que sucedió y exigió que rindiera cuentas. Pero apenas ha habido un atisbo de los gobiernos occidentales o de la ONU.


Impulsar el extraño atractivo de la muerte, el olvido y simplemente darse por vencido es el gambito ruso. ¿Cuánta vida nos queda?


Peter Pomerantsev es el autor de Nada es verdad y todo es posible: Aventuras en la Rusia Moderna.



Tomado del periódico británico The Observer

Traducido del inglés al español por Oliverio Funes Leal






9 de junio de 2023

DE SABIDURÍA CAMPESINA # 2


 


   ! VA COMO El CERDO DE VALLADARES...

               ...BARRANCA ABAJO Y SIN FRENOS !


Estas viñetas DE LA SABIDURÍA CAMPESINA provienen de dichos y frases, transmitidas oralmente por miembros de la familia y amistades a través del tiempo, y cuyos contenidos se ajustan muy bien como desenlaces a hechos o situaciones personales, sociales, políticas, etcétera. 

Afortunadamente, he logrado encontrar para ellas algunas imágenes que las complementan.

 



24 de abril de 2023

DE SABIDURÍA CAMPESINA # 1


LA VIDA ES UN BARULLO EN FORMA DE GALLINERO...


...lAs que subieron primero 
se cAGAN en lAs de abajo

PERO SI VIENE UN PAVO 
DE PESO NO MUY ligero, 
pueDE que ÉL parta el RAMo
 Y ENTONCES VAN AL DIABLO
 
¡QUIENES SUBIERON PRIMERO!