RESIGNACIÓN
J.D. McClatchy*
"Me gustan los árboles porque parecen más resignados
que otras cosas a la manera de vivir que tienen" - Villa Cather
Aquí el roble y los abedules de torsos plateados
De pie en su familiaridad placentera
Mientras bajo tierra, como en un espejo negro,
Han ocultado sus agravios enmarañados
En idéntica ramificación a lo calmado de arriba
Pero atrapados allí, los unos con los otros
Aferrados a lo que da vida que es bastante brutal.
Sin embargo, en el aire, ninguno trata de mantener compañía
O cambiar su fortuna. Ellos parecen apoyarse
En la luz, despreocupados de lo que el mundo
Haga de sus decencias, y no mostrarán
Un regateo en sus días por quedar.
De nunca haber sido amados como quisieron
O merecían, de la infatuación súbita de nadie
Registrada en sus costados, de todo lo que son forzados
A proteger y esconder, ellos se han resignado.
Poema de J. D. McClatchy, traducido por Oliverio Funes Leal.
*J. D.McClatchy (nacido en 1945) es uno de los poeta-críticos norteamericanos en la vanguardia. Sus cinco colecciones de poesía, incluyendo Hazmat que fue colocado en la lista corta de los Premio Pulitzer, son aclamadas ampliamente por la ingeniosidad formal, junto con la fluidez de sus pensamientos y sentimientos. Él ha revisado The Vintage Book of Contemporary World Poetry, y una edición de poesía americana contemporánea del mismo publicador. Sus escritos extensos acerca de poetas como Anne Sexton, James Merrill y Elizabeth Bishop ha sido coleccionados en White Paper y Twenty Questions, lo cual lo convirtió en la opción natural para revisar una serie importante de libros audibles para Random House, The Voice of the Poet, que ofrece grabaciones archivadas de poetas norteamericanos famosos. Él también es un libretista logrado de ópera cuyo trabajo se ha puesto en la escena de salas de ópera alrededor del mundo, incluyendo Metropolitan Opera, La Scala y Covent Garden. McClatchy ha servido como Chancellor of the Academy of American Poets, y actualmente es Profesor de Inglés en Yale donde edita The Yale Review. La habilidad formal de McClatchy, lo que se ha descrito como su “lengua civil” (San Francisco Chronicle) imparte una cualidad sin pliegues a su trabajo. La sintaxis fluida de largas piezas narrativas como Er o A View of the Sea es compleja pero controlada, mientras que las limitaciones más firmes de sus sonetos, como en la secuencia My Mammogram, no hacen nada para dispersarle su impresión de soltura. Bajo este aplomo clásico, sin embargo, existen profundidades perturbadoras cuando McClatchy examina el daño que las personas se infligen entre sí en nombre del amor. A menudo en estos poemas parece que el amor y el dolor son inseparables, que las relaciones humanas no son mejor que el acoplamiento de los gatos salvajes en The Rented House. El riesgo inherente de ser una persona existiendo y sintiendo encuentra perturbadora expresión en la imagen de la planta en The Agave, donde las espinas terribles a veces crecen tan distorsionadas que agujerean sus propias hojas. No es de extrañar que en Er las almas de los muertos piden regresar como pájaros y animales, pero aunque el narrador de este poema renace como un sinsonte, el propio McClatchy permanece fiel en sus poemas a “Esos humanos que gritan y acuchillan y huelen a carne”. (Extraído de un artículo publicado en el sitio de la red The Poetry Archive).
En una entrevista hecha por Matt Link, y publicada el 3 de julio de 2001 en la revista gay The Advocate, éste le preguntó a McClatchy: “¿Cuál es su acercamiento personal cuando escribe poemas acerca de la experiencia gay? Yo no escribo “ poemas gay”, o no me lo propongo. Escribo poemas que mezclan autobiografía y ficción en un esfuerzo por conseguir alguna clase de verdad emocional. Las experiencias que escribo a veces podrían definirse como “gay”, me parece, pero es por una cuestión de temperamento en lugar de por una cuestión de “lo que pasó en el escondrijo del granero”.