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28 de julio de 2008

La Bandera del Arco Iris Cumple 30 Años


Este año marca el 30 º aniversario de la creación de la Bandera del Arco Iris por Gilbert "Betsy Ross" Baker. A principios de esta semana, se encontraba en la ciudad de Nueva York, donde dio este discurso de celebración del Orgullo. Esto es lo que dijo:


T.S. Elliot dijo, "El fin de nuestra exploración será llegar a donde empezamos y conocer el lugar por primera vez."
Cuando la gente se entera que soy de Kansas, siempre me preguntan "¡Ah!, ¿eres amigo de Dorothy? Y yo les digo siempre – Yo soy Dorothy.
Yo tuve la típica infancia desagradable en blanco y negro de los suburbios, una pesadilla freudiana de padres, amigos, bombas atómicas, asesinatos, y los temores solitarios de de ser diferente.
Me gustaba el rock and roll y mi perro Brusier. También bailar y vestir bien, y sobre todo, me gustaba dibujar y tocar la trompeta.
Pero tenía miedo de lo que me sucedería, porque era gay, y tuve que mentir para sobrevivir en un mundo donde ser homosexual era ilegal, y podías ser encerrado y electro-conmocionado. Tuve que mentir a todos todo el tiempo, intentando evadir cada día los insultos y puñetazos de adolecentes crueles en los campos de juego. Todo ello me enfermó. Mis padres me llevaron a un psiquiatra cuando estaba en la secundaria porque pensaban que podría ser un homosexual latente, pero no había nada latente. Nací gay, y siempre lo supe.
Inventé mi propia terapia de arte, como una respuesta al suicidio.
Por la noche leía la enciclopedia, y cualquier libro y revistas que pudiera encontrar, y luego soñaba de una vida en algún lugar sobre el arco iris.
Un día ocurrió, los años sesenta, los derechos civiles, la guerra de Vietnam, y cuando llegó el tornado corrí derecho hacia él, diciendo ¡Llévame lejos!
Y lo hizo, a San Francisco. Explotando en colores e ideas revolucionarias, aprendí a coser, un talento heredado de mi abuela, eché hacia un lado las batas y a puntadas hice pancartas de protesta. Mi artesanía fue siempre mi activismo, fue lo que me conectó con la comunidad. Cuando hice la bandera del arco iris en 1978, cambió mi vida.
Aquellas zapatillas rojas me han traído aquí, a la ciudad de Nueva York, donde hoy veo a tantos que están haciendo una diferencia para nuestros niños, para que puedan amar libremente. Verdaderamente, de un modo igual.
Ralph Waldo Emerson dijo: "No vaya adonde el camino conduzca, en su lugar, vaya adonde no hay camino, y deje una vereda." No hemos seguido un camino de ladrillos amarillos desgastados a un mundo gobernado por magos detrás de una cortina de conformidad, hemos construido uno nuevo pavimentado con valentía personal, respeto al individuo, y hemos hecho un puente hacia el futuro. Pero es un puente colgante suspendido ahora con el equilibrio de nuestras manos.
La fuerza de nuestro tejido es nuestra visibilidad. Jesús dijo, "Nadie enciende una lámpara y la pone en un lugar donde estará escondida, o bajo una vasija; en su lugar, la coloca en un estrado a fin de que los que vienen puedan ver la luz."
Destaparse es ser fiel a uno mismo. Cuando yo era un niño en la escuela dominical, cantábamos, "Esta pequeña luz mía; la voy a dejar que brille." Y creía que era amado por Dios - incluso cuando los que estaban a mí alrededor pensaban lo contrario. Mi vida entera fue una rebelión silenciosa contra un odio programado internamente hacia lo que yo era realmente. Todo ello sobre el amor, pero en algún lugar profundo de mi alma, yo sabía, aún siendo un niño en Kansas, que mi amor era tan bueno como los demás. Me pregunto, igualdad: es una cuestión de la diferencia. ¿Es el amor igual?
En la Biblia, Dios habla en primera persona Génesis 9:13, y dice: "He colocado mi arco en las nubes como señal de un pacto entre yo y la tierra." Somos parte de la vida desde el comienzo.
La democracia surgió del pensamiento de los hombres, que si son iguales en algún aspecto, son absolutamente iguales. Aristóteles dijo, "Y ahora que la prueba está aquí." Tendremos que demostrar las matemáticas en el día de la elección de noviembre.
En la larga historia del mundo, sólo unas pocas generaciones se les han concedido el papel de definir la libertad en su hora de máximo peligro. John F. Kennedy dijo: "No debemos eludir esta responsabilidad. Recíbela”.
Nuestros enemigos argüirán la religión y la perversión - debemos responderles con amor e igualdad. Ellos alegarán derechos especiales, pero son ellos los que los tienen. Tenemos que hacer más que ondear banderas y tener desfiles; debemos enlistarnos, ahora mismo, en todos los sentidos con todos los recursos de la mente y la acción. Está en juego la libertad y la democracia en sí. Hermanos y hermanas de costa a costa deben mancomunarse en contra de la enmienda para cambiar el rumbo del matrimonio en California, o nos ahogaremos en apatía.
El evangelio de acuerdo a Madonna, "Es mejor vivir un año como un tigre, que cien como una oveja”.
En 1978, cuando la Bandera del Arco Iris tomó forma, Harvey Milk hablaba y daba la cara a los mismos electores de California – confrontando a los mismos adversarios que enfrentamos hoy con el mensaje de la verdad y la igualdad. Esta batalla comenzó hace 30 años y no ha parado nunca. Nuestros enemigos han empaquetado su implacable campaña del miedo y violencia como una de valores aplicados estrictamente, con la moral de un falso maestro marchando en bloque cerrado al paso de una supremacía derechista. Nos ha apaleado, estado tras estado, con enmiendas tras enmiendas inconstitucionales, pero nunca renunciaremos.
Asegurar el derecho al matrimonio no termina la homofobia. Cuando el matrimonio entre diferentes razas fue legalizado, no terminó el racismo. Martin Luther King, Jr dijo: "No hay nada en el mundo más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda." Esas son las torres de los prejuicios a los que nos enfrentamos.
Tomo en cuenta las palabras del Presidente Dwight Eisenhower, "No hay nada malo con los Estados Unidos que la fe, el amor por la libertad, la inteligencia y la energía de sus ciudadanos no puedan curar."
También dijo: "No es el tamaño del perro en la lucha, sino el tamaño de la lucha en el perro."
¡Corre, Toto, corre! - a California y detén a la bruja malvada, y a la enmienda endiablada que restringe el matrimonio, antes de que se agote el tiempo.
Las cosas no ocurren. Se hacen que ocurran. Los esfuerzos y el coraje no son suficientes sin propósito y dirección. Nuestro objetivo es la victoria. La victoria a toda costa. La victoria, a pesar de todo el terror. La victoria no importa cuan largo y difícil el camino pueda ser. Porque sin victoria no hay supervivencia. Winston Churchill-nos advirtió – Si no somos capaces de enfrentarnos a ellos, entonces todo el mundo, incluidos los Estados Unidos, incluidos todos los que hemos conocido y cuidado, se hundirán en el abismo de una nueva edad oscura.”
Hoy, celebramos nuestra libertad, pero estamos conscientes que celebramos una lucha, una lucha en su momento de la verdad. Igualdad si o no.
El cambio no vendrá si esperamos alguna otra persona, o algún otro momento. Nosotros somos los que hemos estado esperando. Somos el cambio que buscamos. Para citar Barrack Obama: "Sí podemos." Sí podemos – ganar el voto popular en California – pero eso no va a ocurrir si somos una mayoría silenciosa.
Nuestro movimiento está construido sobre los hombros de las personas que defienden la libertad y la igualdad. En cada tiempo, en cada ciudad, en todos los países, los hombros de las personas que viven abiertamente, con sinceridad. Cada uno de nosotros es una gota de agua en una ola de cambio de los derechos humanos y la justicia. De hecho, somos un arco iris de esperanza, amor, y liberación que envuelve toda la Tierra.
Desde mi punto de vista, la Bandera del Arco Iris está sin terminar, como el movimiento que representa, un arco que empieza mucho antes de mí, su alcance mucho más amplio que el de todos nuestras experiencias juntas, alcanzando los rincones más lejanos del mundo con un mensaje de solidaridad y un faro de esperanza para aquellos que siguen nuestros pasos.
Al principio, la Bandera del Arco Iris era sobre la liberación, acerca de como romper libre de una existencia limitada por el miedo y la conformidad, el derecho a expresar la gama del amor y la sexualidad sin vergüenza o represalia, sino con la verdad, libremente, y en igualdad.
La Bandera del Arco Iris es una afirmación política, es un arte de acción. John Kennedy dijo: "El arte no es una forma de propaganda, es una forma de la verdad." Cuando la gente enarbola el pabellón del Arco Iris, lo pone como etiqueta en un parachoques, en una camiseta, o lo utiliza en cualquiera de sus infinitas variaciones, está diciendo algo. Están diciendo de frente, "Esto es lo que soy." Harvey Fierstein dijo: "Nunca seas intimidado al silencio, nunca te permitas a ti mismo ser una víctima. No aceptes que definan tu vida. Defínela tu mismo." Judy Garland dijo: "Siempre sé una versión única de ti misma, en lugar de una versión secundaria de otra persona." Luz blanca atraviesa un prisma y se separa en todos los colores del arco iris. Agarra tu color propio y sé precisamente eso.
La Bandera del Arco Iris es una visibilidad directa de lo que la gente gay está haciendo en todo el mundo. El arco iris es un conector, un canal, un pensamiento consciente, una acción valiente y audaz. Pertenece a todo el mundo, porque una verdadera bandera no puede ser concebida, es desgarrada del alma de la gente.
Emily Dickenson dijo, "Las banderas son una vista valiosa, pero nunca un observador verdadero fue por una permanentemente."
Desafío hoy a todos los que vean la Bandera del Arco Iris a que piensen que proviene de Dios y de la humanidad que ésta representa, que aprovechen el momento, hagan algo, digan algo, participen, luchen contra los opresores, expresen libertad siempre, se levanten, amen a todos, y únanse para llevar la antorcha.

Gilbert "Betsy Ross" Baker.
Junio 26 de 2008.

Traducido por Gladiolo
Clic el título de la entrada para visitar BAY TIMES de San Francisco.




GILBER BAKER, creador de la BANDERA DEL ARCO IRIS - Diciembre 30, 2008


26 de julio de 2008

Los Versos en mi Boca





LOS VERSOS EN MI BOCA


 Los versos en mi boca
guardan los nombres indelebles de la risa.
En secreto asoman por las comisuras
y se confunden entre ellos, adulterando la historia
de que sirvió para la ocasión de su descubrimiento.
Unos vinieron de fuera, prendidos a otros labios;
otros nacieron en el silencio de esos enormes ruidos,
atronadores presagios de un mundo por terminar.
Y todos brotaron y cayeron como el propio mundo,
con la indiferencia debida,
y con la leve y plácida sombra de la satisfacción.


© 2008, David Lago-Gonzáles
(Madrid, 25 de Julio de 2008)
El Penthouse de Heriberto


10 de julio de 2008

De Águilas Versus Serpientes



A propósito de este comentario de un escritor cubano, mi viaje a Bolivia, y un artículo de un periodista chileno sobre ese país.

“...A todo lo largo de estos comentarios he podido detectar una suerte de resentimiento de blogueros que se sienten relegados al segundo plano de una blogosfera que, gústele a quien le guste y pésele a quien le pese, está dominada -en términos de calidad- por gente que lleva años ejerciendo el oficio de escribir y, más importante, de pensar. Ese resentimiento es consecuencia del igualitarismo a ultranza que el castrismo ha intentado inculcarle a sus súbditos. Ya no se trata de que el majá se empine y deje crecer sus alas, sino que a fuerza de insultos y consignas pretenda que las águilas bajen, se tiendan en el piso, y serpenteen en una marcha de ofidios. Ese es un sueño tonto y peligroso”.
Cesar Reynel Aguilera, en uno de sus comentarios en la bitácora penúltimos días, donde se debatía la conversación de El Yoyo con Yoani Sánchez, y que fue videograbada por El Yoyo en la Habana a principios de junio de 2008.

Desde edad muy temprana tuve problemas por no aliarme con un bando u otro. No porque no fuera capaz de formarme un criterio sobre un asunto; o arrimarme al lado de quien, aparentemente, estaba más cerca de la verdad, o fuera más conveniente alinearme por su poder y salpicamiento de prebendas; o, simplemente, porque me gustara más como lucía y como actuaba. El problema era que siempre fuí un individualista con aspiraciones de observador imparcial. ¡Qué empeño el mío, sobre todo siendo cubano! Pero no me considero como un individualista a la manera de un egoísta pendenciero, sino como la Real Academia Española define al indiviualismo: tendencia a pensar y obrar con independencia de los demás, o sin sujetarse a normas generales; a creer en la autonomía y supremacía de los derechos del individuo frente a los de la sociedad y el Estado.
La analogía entre el poético retrato sicológico que encabeza esta entrada, y el artículo de Peña, el escritor chileno, me vino a la cabeza porque, por motivos personales, tuve la oportunidad de viajar recientemente a Bolivia. Un país hermoso e interesante por su complejidad geográfica, étnica, cultural, económica y política; y que nunca pensé llegaría realmente a visitar. Sólo estuve allí dos semanas, lo suficiente para observar, oir, y comprender, desde mi también perspectiva foránea, uno de los aspectos que el reportero chileno percibió acerca de los acontecimientos en progreso en ese país latinoamericano: las consecuencias funestas para cualquier sociedad, bregando por organizarse para subsistir y progresar, cuando el concepto dualista y exclusivista de Águilas versus Serpientes rige la mentalidad de quienes se autoconsideran mejor calificados para gobernar, pensar, escribir; en fin, controlar los asuntos del estado y de la cultura. Por supuesto, ignorando y despreciando a los demás por razones de raza, educación o estrato social, y considerarando las aspiraciones de reafirmación ajenas a ellos como pretensiosas, irrevelantes y de no uso. Con ello lo único que han logrado es un cúmulo de odios y resentimientos nada conducentes a un ambiente donde la razón, y el respeto mutuos, faciliten un diálogo civilizado entre los diferentes focos de poder en tensión. Todavía recuerdo, de mis tiempos de escuela, la obra del escritor, intelectual y activista político argentino Domingo Faustino Sarmiento, que formuló esta temática en su trabajo Civilización y Barbarie. Vida de Don Facundo Quiroga, desde la perspectiva de la realidad en la Argentina del siglo XIX.
Este tipo de actitud frente a la realidad no es fácil de sostener en cualquier sociedad, o en cualquier conglomerado social autodefinido como especial y exclusivo. Pero sobre todo, en una sociedad totalitaria o en un conglomerado social autodefinido como especial y exclusivo con aspiraciones intelectuales totalitarias, a pesar de sustentar lo contrario: la diversidad. Lo cual equivale para mí a lo mismo, en cierto modo, o como diría Miguel Cabrera Peña en su artículo publicado en cubaencuentro el 6 de junio de 2008: La misma chola con otra pollera.

En ese muy particular país sudamericano, las águilas bolivianas escojen olvidar que los principales responsables, de lo que está sucediendo en el país, son ellos mismos. Porque siendo poseedores, según ellos, de “mejores genes” y un “bagaje cultural superior”, por tanto debieron haber sabido de antemano como evitar los problemas presentes. Por desgracia, como en muchas otras dicotomías de Águilas versus Serpientes en nuestro continente, las primeras estaban tan henchidas de ese espíritu elitista, que no podían ver más allá de sus nidos en las alturas (Hum, déjà vu, eso me recuerda algo). Hasta que por esas ironías de la democracia… (¡Oh, ya recuerdo, ...o de una revolución como un cáncer galopante dirigida por oportunistas o soñadores trasnochados!), se les posa al lado del nido una colmilluda Serpiente Magna, con alas sacadas de no saben dónde. El águila aprendió algo de biología, y está segurísima de que el gene alado no es propio de quienes están acostumbrados a serpentear en marcha de ofidios.


Ese viaje a Bolivia dejó en mi mente muchos sentimentos e ideas encontradas. Fue como visitar a la Cuba del ayer, salvando distancias históricas, culturales y desarrollo económico, en medio de los estertores de su por siempre raquítica democracia. Visité la caliente y húmeda ciudad de Santa Cruz, en una de las regiones que son centros de oposición a Evo Morales, y que está sumida en tensiones políticas y sociales que nadie sabe adonde la van a llevar. Estuve brevemente en La Paz, una especie de versión subdesarrollada de San Francisco, por ciertas cualidades topográficas y climáticas similares a las de esa ciudad norteamericana. Recalco lo de similares porque aparte de la pobreza, la naturaleza y el paisaje urbano es mucho más intenso y agobiante en La Paz. La ciudad fue construída en la boca de un volcán extinguido, aunque cualquier metáfora relacionada a su situación política presente es pura coincidencia. Desde Killi Killi, un mirador en las alturas que la rodean, puede notarse que el casco principal de la ciudad fue construído en una gigantesca cazuela, que es la boca del volcán apagado. Hacia la izquierda, la lava, quien sabe por cuanto tiempo, abrió un paso hacia el llano que se ve lejos en la distancia. A 11,811 pies sobre el nivel del mar, La Paz es la capital de estado más alta del mundo. Como ha crecido también hacia abajo, en dirección a la llanura, presenta otra peculiaridad: tiene diferentes climas según su ubicación relativa a la llanura o a las montañas.
El punto culminate de mi viaje fue visitar el Lago Titicaca. Una maravilla natural solo comparable en magnificencia al Gran Cañon del Colorado, ¡pero repleto de agua hasta los bordes! Allí solo pude estar un día, pues a 12,500 pies de altura sobre el nivel del mar, después de un rato mi cabeza la sentía como el globo del primer aeronauta mexicano Don Joaquín de la Cantolla. En toda esa región del altiplano, y en la cercana cordillera de los Andes, el indígena reina integrado perfectamente al entorno. El paisaje, al menos en esa zona cercana al lago, es una de una belleza simple, casi desnuda, con tonalidades de ocres, carmelitas oscuros, verde muzgo, y grises plateados al llover que quitan literalmente el aliento no solo por lo hermoso, sino también por la menor presión atmosférica y la escasez de oxígeno a causa de la altura en el lugar. 
La vuelta desde la villa de Copacabana, asentada a orillas del Titicaca, lo hice esta vez en un autobús repleto de indígenas aymarás rumbo a sus actividades habituales de trabajo, negocios o asuntos de familia. La mañana estaba lluviosa, y el paisaje era de una gran belleza sombría, con una luminosidad plateada que mi cámara barata le fue imposible captar realmente desde la ventanilla del vehículo en marcha. Ubicado en la zona densamente poblada y demográficamente "serpentina" de El Alto, que bordea la alta meseta y se asoma hacia la ciudad de La Paz como sitiador vigilante que está a cargo, el aeropueto adonde me dirigía para regresar a Santa Cruz estaba atendido y controlado mayormente por bolivianos de ascendencia indígena. En espera del llamado para abordar mi avión de vuelta al llano, me dediqué a observar cuidadosamente mis alrededores mientras leía un periódico local. A solo unos pasos frente a mí, y esperando el mismo avión, cuatro majestuosas águilas, enfundadas en elegantes trajes de sastrería perfecta y con finas bufandas de baby alpaca alrededor del cuello, conversaban con voces engoladas, y moviéndose majestuosamente con estudio, mientras ojeaban ocasionalmente con displicencia a los ofidios serpenteando a sus pies. El cuarteto enviaba señales evidentes de ser políticos tradicionales, lo cual pude comprobar más tarde. Como diría una conocida, famosa por sus dicharachos burdos pero certeros: “Amarillos, y con semillas en el c..., marañones”.
Las noticias, en la primera plana del periódico que leía, tampoco pintaban un retrato halagüeño para el otro bando en la dicotomía.


¡ADVERTENCIA! LAS IMÁGENES SON SALVAJEMENTE GRÁFICAS.

En teoría, con el poder del gobierno ahora en sus manos, pero incapacitados de llevar a cabo reformas profundas y beneficiosas para ellos a causa de la fuerte resistencia de la oposición, el odio y el resentimiento se manifestaban en formas barbáricas: grupos de ponchos rojos, seguidores manipulados de Evo González, masacraban perros indefensos en advertencia a sus enemigos.

El autor de la cita encabezando este artículo puede argumentar que el paralelo establecido, entre ella y la situación existente en Bolivia, es una tontería sacada del contexto que originó su comentario en primer lugar. En cierto modo, eso es cierto. Sin embargo, yo argumentaría que la filosofía elitista detrás de ese criterio, de la dicotomía Águilas versus Serpientes, es la misma que ha creado, o acentuado, barreras infranqueables de comunicación y colaboración fructíferas en los diferentes conglomerados humanos a través de la historia. En el caso particular de Cuba, el elitismo se ha manifestado en diversas épocas, y en diversas modos, del desarrollo de nuestra identidad nacional. Siempre con resultados demoledores para la economía, el gobierno, la civilidad, la cultura; pero sobre todo, la población del país. Es ese sueño de elitismo el que es realmente tonto y peligroso.

Espero que esta tesis no sea tomada como un ataque personal por el señor Cesar Reynel Aguilera.



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