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5 de mayo de 2020

SOGUETIS - Una "Comida Vaporosa"

Serie "ENTRADAS VAPOROSAS" #2
Amelia Funes, la ocurrente tía de mi padre - quien se bañaba en las playas de Nuevitas, hasta  tarde en su ancianidad, con un vestido a media pierna - acuño la famosa frase “comida vaporosa”. No es difícil explicar lo que quiso decir. La primera palabra de la frase significaba eso, comida. La segunda, vaporosa, quizás requiera un poco más de abstracción… pero no mucho. Vaporoso es aquello ligero, volátil… en fin, fácil y fugaz. Para ella, la frase expresaba: “voy a cocinar con algo hecho de antemano”. A menudo, el resultado final no era tan vaporoso, si no más bien algo deliciosamente distinto tanto en forma como en sabor. 
Una vez insertada en el vocabulario familiar, la frase chispeó aún más la simple pero agraciada existencia de Amelia Funes: la peculiar y chistosa ama de casa, proveniente de un pasado largo ido, en el Alfredo Adán # 614 del reparto camagüeyano La Vigía.

Amelia Funes, y su no afortunada hijastra Hortencia Córdova (Yaya).
En las casetas de la Playa Santa Rita, Nuevitas, Camagüey .


SOGUETIS, mi plato vaporoso, también brotó de una necesidad: hambre. La rebambaramba de Covid me agarró con la alacena prácticamente vacía. Como casi todos, inmovilización fue mi respuesta inmediata al reto invisible. Pero el hambre es una sensación/sentimiento más fuerte que el miedo. Este último radica en la intangibilidad de la mente, y dentro de la seguridad del cerebro; mientras que el primero radica en el estómago, donde el revolvimiento y los sonidos no son para nada intangibles… además de ser el órgano que sostiene al cerebro.
Una búsqueda relámpago en el refrigerador, y otros lugares de la cocina, no dio mucho resultado: un caldo con migajas de carne y papas en una olla, vegetales no muy frescos en un estante, y un montón de paquetes de espagueti!... ¡Eureka! ¡Una sopa! Si mi madre podía hacer sus famosas sopas de “nada” en Cuba, yo tenía suficientes ingredientes para también hacer una.
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3 de abril de 2020

P & P

Serie "ENTRADAS VAPOROSAS" #1


¡Protégete &
 Protégenos!
Protect Yourself and Protect Us!


No, el dedo no está fracturado. Esta cápsula ornamentada
es una interpretación artística, de protección anti-viral,
que he creado dadas las circunstancias de salud actuales. 

Vivo en un edificio relativamente grande. Sus elevadores
son indispensables para el acceso rápido y eficiente de sus
diferentes áreas. Por lo tanto, tocar botones es una acción
frecuente e inevitable. Al principio, utilizaba un codo. Aparte 
de incómodo y no preciso, eso también implicaba riesgo.

Empecé a utilizar toallas de papel, de esas que se usan en
la cocina. Cortando una hoja en cuatro, para ahorrar, utilizo 
una pieza que envuelvo alrededor del dedo índice como
 un tamal o un taco. Despuésboto ese pedazo usado.
 Posteriormente, creé esta sugestiva figura de papel maché.
 Hecha con el mismo tipo de papel, cinta adhesiva, 
pegamento líquido, acuarela... y un poco de inspiración.

De nuevo: ¡Protégete y Protégeme!

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13 de enero de 2020

A Nadar

NYDIA YOLANDA LEAL LEAL
(Mima)

13 de enero de 1923, Villa Clara CUBA
2 de julio de 2012, San Francisco U.S.A

Paz, corazón, deja que la hora de la
separación sea suave. No permitas que sea una muerte
sino una compleción. Deja que el vuelo a través del
cielo termine en plegamiento de alas
sobre el nido. Deja que el toque final de tus
manos sea gentil, como la flor de la noche.
Detente, o Final Hermoso, por un momento,
y di tus últimas palabras en silencio. Ante ti me inclino,
y levanto mi lámpara para iluminarte en tu camino.

HACIA UNA EXISTENCIA MAYOR
Rabindranath Tagore


En nuestra familia, siempre hubo esa noción de una Existencia Mayor. Sin embargo, cada uno de nosotros ha percibido ese tema con diferentes matices. En el caso de mi madre, extrañamente y extrañamente no, su percepción fue siempre muy peculiar. 

Extrañamente, porque en su familia hubo en todo momento, a través del tiempo, fuerte creencia y práctica religiosa. Madre y hermana nunca entendieron ese desapego de Nydia. Ella nunca elaboró mucho sobre esta disposición suya. Los primeros años de su vida transcurrieron en un ambiente rural rayano en la miseria. Tuvo una educación bien elemental, dada por mi abuela María de los Angeles. Afortunadamente, en la adultez, Mima iluminó su pensamiento con mucha lectura. María de los Ángeles, o Ángela simplemente, sí tuvo una educación avanzada. Pero quedó huérfana al nacer, y la madrastra la crió con desapego. Fue enviada lejos a estudiar internada, y luego la casaron a los catorce años con un hombre de veinticuatro con el que tuvo nueve hijos en fila. Hastiada de infidelidades, huyó con algunos de su hijos a otra provincia. Más tarde, en 1955, fue reclamada por un hijo y emigró a New York. Ciertamente, Angela fue una mujer buena y afanosa. Eso sí, seca y dura dadas las circunstancias de su vida.

Extrañamente no, porque, aparte del desapego religioso, mi madre poseyó siempre un arraigado sentido práctico de la vida. En diversos niveles, la religiosidad apenas se materializó positivamente en la familia; sobre todo, para ella en particular. Siendo una típica capricorniana, con los pies bien puestos en la tierra, la sublimación espiritual carecía de practicidad.   
En la ancianidad, a menudo Mima traía a colación el siguiente deseo: “Cuando fallezca, no quiero velorio ni enterramiento, junten mis cenizas con las de su padre y nos ponen a nadar”. Y acompañaba esta enunciación con movimientos de sus brazos y manos, como si estuvieran nadando. Pipo había fallecido varios años antes, y conservábamos sus cenizas en un lugar especial.

Alentarme a cumplir ese deseo me tomó seis meses. Mi familia no se atrevió a tocar el tema nunca más. De modo que, para mí, los preparativos adecuados fueron una tarea solitaria y dolorosa. Pero al mismo tiempo, el resultado final fue una misión hermosa y reconfortante para todos. Desde el 13 de enero del 2013, mis padres están nadando en la amplia y hermosa Bahía de San Francisco. 
¡Quién sabe, a lo mejor las corrientes marinas los han llevado a todos los mares del mundo!



Después de la ceremonia, en medio de la Bahía de San Francisco.
BALANCE, construcción de un artista japonés en Sausalito,
ese mismo día al otro lado de la bahía.






19 de diciembre de 2019

La Hermana Liu



En la China rural, la transgénero HERMANA LIU 
anhela tener una vida de familia.

Por Irene Wan, HUizhong Wu

GUANZHONG, China (Reuters)
Los compradores matutinos del mercado fijan sus vistas en Liu Peilin, cuando ella pasa con su chaqueta roja y una peluca gris cubierta con presillas de colorines. El maquillaje en sus mejillas es rosa brillante, y la sombra en los ojos de un tono que hace juego. Esta mujer de 63 años se ha dado a conocer no solo en el pequeño pueblo donde vive, al sur de China, sino también a nivel nacional e internacional. En el año 2012, noticias de un incendio, en un complejo residencial en la ciudad oriental de Qingdao, capturaron imágenes de un hombre que regresaba al lugar afectado donde vivía. Iba vestido con ropa femenina, y su pelo trenzado llevaba adornos coloridos.

El video se hizo viral, y los internautas chinos lo llamaron "Hermano Jubiloso", en burla por su travestismo de mal gusto. Pero Liu no era un trasvestí, había querido ser mujer desde su infancia, pero había reprimido ese anhelo por décadas.
"En ese momento no estaba permitido", comentó refiriéndose a la Revolución Cultural, cuando la gente se vestía con uniformes de inspiración soviética. "Tuve que tomar en cuenta los factores sociales, y enterré ese deseo en el fondo de mi corazón". No fue sino hasta sus cuarenta, después de la apertura en China, que Liu sintió ella podía comenzar a usar ropa de mujer. El breve roce con la fama, en el internet, le trajo un apodo no deseado que incitó burlas. Pero también la puso en contacto con una comunidad de apoyo.

A principios de este año, Liu tuvo que desalojar su apartamento como en muchas otras ocaciones. Su arrendador, en Qingdao, decidió aumentar el alquiler. Pero en marzo, su comunidad de apoyo la ayudó a mudarse al pueblo de Guanzhong, en las afueras de la ciudad sureña de Fuzhou.
Los admiradores de Liu Peilin la llaman "Hermana Liu". Le han enviado tanta ropa que su armario está lleno. Hay quienes también le envían libros e incluso arte. Pero a pesar de esta asistencia material, y el apoyo moral, Liu enfrenta todavía mucha discriminación. "Todos sabemos que no es una mala persona", comentó un funcionario de la aldea apellidado Lin, quien se negó a dar su nombre completo. "Pero comportarse como mujer, especialmente vestirse como una, no se ve muy bien ... algunas personas que no lo conocen piensan que está loco".

Por supuesto, Liu está desempleada a causa de la discriminación. Quiere someterse a una cirugía de reasignación de género, pero carece de fondos para ello. Documenta sus experiencias personales, y su vida cotidiana, anotándolas en un diario.
"Espero que pueda tener una vida normal en el futuro, cuando cambie mi género más adelante", dice Liu. “Quiero casarme y tener una familia. No importa si pueda o no tener hijos. Quiero encontrar un compañero, quiero vivir una vida ".