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2 de mayo de 2022

¡PUES SI... SANTA CLAUS TAMBIEN LO ES!


La furia de Israel por los comentarios del canciller ruso de que "Hitler tenía sangre judía"

Redacción
BBC New Mundo
2 mayo 2022

"Algunos de los peores antisemitas son judíos", dijo el canciller ruso Sergei Lavrov.

El ministro de Exteriores ruso hizo los comentarios para tratar de justificar la representación que Rusia hace de Ucrania como "nazi" a pesar de que su presidente es judío.

Lo hizo en una entrevista en el programa de la televisión italiana Zona Bianca cuando se le preguntó cómo Rusia puede afirmar que está luchando para "desnazificar" a Ucrania si el propio presidente Volodymyr Zelensky es judío. "Y qué si Zelensky es judío", contestó.

"El hecho no niega los elementos nazis en Ucrania. Creo que Hitler también tenía sangre judía", añadió.

Estas declaraciones de Lavrov causaron indignación en Israel y ocurren poco después del Día del Recuerdo del Holocausto, una de las fechas más solemnes del calendario israelí.


Redacción
Gladiolo Soy
2 de mayo 2022

Puntualizó el canciller ruso Sergei Lavrov: "Además, creo que Santa Claus tiene también sangre judía. Por eso, en algún momento, tendremos que invadir el Polo Norte y desnazificarlo. ¡No permitiremos que ese rechoncho y fascista payaso le robe a nuestra deidad, Ded Moroz, su role exclusivo durante las Navidades! 




"Queen" DED MOROZ



"Fascista" SANTA CLAUS




1 de abril de 2022

LAS SANCIONES A RUSIA POR LA GUERRA SIGNIFICAN UNA LUCHA PARA LOS CUBANOS DUEÑOS DE AUTOMÓVILES

Por Juan Zamorano y Gisela Salomón

Artemisa, Cuba - AP  
Francisco Pérez Rodríguez tiene un problema con el automóvil, uno que comienza a ser demasiado común para muchos cubanos.
Ha estado reconstruyendo el motor del Moskvich de su suegro, uno de las decenas de miles de autos y otros vehículos que llegaron a Cuba desde sus aliados de la Guerra Fría en el bloque soviético, y luego en Rusia durante el último medio siglo.
Para funcionar, necesita una correa de distribución nueva. Pero Pérez Rodríguez dijo que eso es algo que solo está disponible en estos días en Rusia. Y los vuelos allí se han visto interrumpidos por las sanciones occidentales impuestas después de la invasión rusa de Ucrania.

Las restricciones globales al transporte y el comercio con Rusia plantean un problema especialmente grave para los cubanos, cuyo gobierno socialista vive desde principios de la década de 1960 bajo un embargo impuesto por los Estados Unidos. Gran parte de las flotas de camiones, autobuses, automóviles y tractores de la isla procedían de la lejana Rusia, y ahora están envejeciendo y necesitan repuestos.
Y al igual que los turistas rusos, esas partes ya no llegan.

El transporte en Cuba puede ser difícil en el mejor de los casos. Los autobuses a menudo han escaseado, los camiones de carga a veces se ponen en servicio para los pasajeros rurales. Las calles están llenas de Lada, Niva SUV y Uaz tipo Jeep de fabricación rusa.
Incluso, muchos de los legendarios autos estadounidenses de la década de 1950, que circulan por el paseo marítimo de La Habana, se han modificado a lo largo de los años para usar motores rusos y otras partes.

Las estadísticas cubanas indican que la isla tiene alrededor de 20 000 autos viejos estadounidenses, y unos 80 000 a 100 000 Lada.
“Para los Lada, todo se trae de Rusia. Mucha gente se va a ver afectada”, dijo Pérez Rodríguez, de 57 años, quien opera un taller de tornería en Artemisa, al sureste de La Habana.

Junto con la interrupción de la clave industria turística, y las transacciones financieras con Rusia, “la interrupción del transporte va a ser un problema para Cuba en términos de repuestos”, dijo William LeoGrande, experto en Cuba de la Universidad Americana en Washington, D.C.
“Esto solo hace la vida aún más difícil, incluso si encuentran formas de evitar estas sanciones a Rusia”, dijo. “Va a ser más caro; va a llevar más tiempo, y sólo va a empeorar su situación económica”

La economía de Cuba ya se ha visto afectada por las sanciones más estrictas de Estados Unidos bajo la administración Trump, y por la pandemia de coronavirus.
Manuel Taboada, un taxista de 26 años de La Habana Vieja, ya está preocupado por su propio Lada.
“Ahora con el lío de la guerra, con todo lo que está pasando, va a tener un gran efecto porque no pueden viajar y no pueden traer cosas”, dijo Taboada. “Honestamente, no sabemos cómo terminaremos porque hay partes específicas para este automóvil”.

La escala exacta del problema es difícil de medir porque gran parte del comercio de piezas ocurre en el mercado informal, intercambios entre individuos, dijo Pavel Vidal Alejandro, profesor de economía de la Pontificia Universidad Javeriana en Cali, Colombia. “Los cubanos tienen muchas restricciones para viajar sin visa a otros países, y Rusia es una de las excepciones”.
“Aún con la distancia y el costo que eso implica en términos de viaje, era un mercado del que salían mercancías” tanto para el mercado formal como para los cuentapropistas cubanos, dijo.

A muchos les resultó más fácil obtener las piezas a través de viajes a Florida, donde algunos vendedores se especializaron en importar piezas de automóviles rusos específicamente para personas que viajan hacia y desde Cuba. Ahora, las sanciones sobre los tratos con los bancos rusos y los envíos también complican eso.
“Hay más demanda; ha subido como un 80%”, dijo Roberto Hernández, propietario de MZ Miami, una tienda que vende repuestos para Ladas, así como motocicletas y bicicletas.

Basilio Pérez es uno de los cubanos-estadounidenses en Florida que a menudo regresan a la isla para visitar a la familia, tan a menudo que todavía tiene un viejo Moskvich allí.
Dijo que en los últimos días no ha podido encontrar las piezas que necesita para reparar el mecanismo de dirección del automóvil, ni en Florida ni en Cuba.
“Antes la gente viajaba y podía encontrar piezas. Ahora no hay nada”, dijo Pérez.

De vuelta en Artemisa, Humberto Santana, de 69 años, se presentó en el taller de Pérez Rodríguez con la esperanza de reparar un cigüeñal de su camioneta de fabricación rusa. Pero con eso aparentemente imposible, y sin piezas de repuesto, dijo que en su lugar intentaría encontrar un motor japonés y hacerlo encajar.
“El cubano siempre inventa”, dijo Santana.


Gisela Salomon informó desde Miami. 
Las periodistas de AP Milexsy Duran y Andrea Rodríguez 
contribuyeron desde La Habana.





25 de marzo de 2022

PLATAFORMA 11M* EXIGE DERECHOS DE PERSONAS LGBTIQ ENCARCELADAS TRAS EL 11J*



* 11M - Marcha LGBTIQ reprimida brutalmente el 11 de Mayo de 2019

* 11J - Protestas populares en Cuba el 11 de Julio de 2021


Declaración de Plataforma 11M - diseño: Roberto Ramos Mori



Redacción Radio Televisión Martí
marzo 25, 2022

                        La Plataforma 11M, creada a raíz de la marcha realizada por la comunidad LGBTIQ en La Habana el 11 de mayo de 2019 y que fuera brutalmente reprimida por la policía, ha dado a conocer a través de una Declaración, su preocupación por las personas que actualmente permanecen en prisión “acusadas de participar en el estallido social del pasado 11 de julio de 2021 en Cuba, especialmente, los miembros de LGBTIQ”.

11M afirma que “quiere llamar la atención” sobre ese “grupo específico de víctimas de esta situación” por ser estas “especialmente vulnerables dentro del sistema carcelario de Cuba” ya que, considera que el sistema penitenciario cubano adolece de la falta de “infraestructura, protocolos específicos y preparación del personal”.

También, según la Plataforma, existen evidencias de que la condición de las personas transgénero que fueron detenidas por su participación en las protestas no fueron tenidas en cuenta en el momento de su ubicación y afirma que “en los días que siguieron a las protestas, diversos testimonios evidenciaron que la represión policial tuvo claros rasgos machistas, homofóbicos y transfóbicos”.

“Hubo amenazas de violencia sexual, uso general de lenguaje homofóbico para humillar a las personas encarceladas y negativa a reconocer la identidad de género de mujeres trans”, denunció la plataforma.

11M hace referencia a los derechos concedidos a los ciudadanos por la Constitución vigente en la isla y que fueron violados por las propias autoridades del régimen al reprimir a los manifestantes y después encarcelarlos y condenarlos por delitos que no cometieron y que unido a esto, se encuentran “bajo el más escandaloso desamparo legal”.

La Plataforma defensora de la comunidad LGBTIQ cierra su comunicado exigiendo “la excarcelación de las personas que no participaron en altercados, daños a la propiedad o saqueos; las reducción de condena a quienes participaron en actos vandálicos y que el Ministerio del Interior actualice sus instalaciones, personal y protocolos de funcionamiento para proteger la seguridad de todas las personas que cumplen sentencias judiciales, sin discriminación por orientación sexual o identidad de género”.

El 11 de mayo de 2019, varias decenas de personas vinculadas a la comunidad LGBTIQ cubana y activistas de la sociedad civil independiente salieron a manifestarse exigiendo sus derechos con banderas tanto cubanas como las que representan a su comunidad, marchando siempre de manera pacífica por el céntrico Paseo del Prado habanero.

Las autoridades habían cancelado el desfile anual que organizaba, a manera de conga, en reclamo de los derechos LGBTIQ, el Centro Nacional de Educación Sexual, CENESEX, dirigido por Mariela Castro Espín, hija de Raúl Castro.

La acción fue violentamente dispersada por efectivos de la policía y la Seguridad del Estado cubana. Varios manifestantes resultaron lesionados y hubo detenciones violentas.

La hija del general tildó entonces la marcha convocada espontáneamente por la comunidad LGBTIQ cubana como un "show convocado desde Miami y Matanzas, respaldado por funcionarios de la embajada de EEUU y cubierto por la prensa extranjera".





17 de marzo de 2022

"PUTIN EL TERRIBLE"... ESCUPE AMENAZAS PARA ARGUMENTAR



I'll kill you!

Mucho tiempo atrás, cuando aún vivía en el Camagüey Legendario de los años iniciales de la Convulsión, ir al cine o al Casino Campestre eran los entretenimientos centrales. Visitar raramente las "lejanas" playas de Nuevitas, o la indeseada de Santa Cruz del Sur, eran las aventuras cumbres. Menos difícil, más barato y cercano era ir a "los" cines... ¡sobre todo los tres más caros que tenían aire acondicionado!
Pero mi preferido era el airado naturalmente cine Principal. Situado en la calle Padre Valencia, a dos cuadras de la casa de Robertico, un feo pero simpático y enamoradizo primo hermano cuyo hogar también gustaba visitar. Este cine no era tal en realidad, sino un teatro sin suerte por razones económicas y abandono citadinos. En sus buenos tiempos, había sido una construcción amplia y elegante (¡sólo si se le veía frontalmente!), donde otras actividades sociales y culturales eran ofrecidas asimismo. 

 


Fue en el cine Principal donde tuve la oportunidad de ver la producción soviética IVÁN EL TERRIBLE, filmada por el famoso cineasta Serguéi Eisenstein a mediados de los años cuarenta. La historia está llena de referencias a las intrigas palaciegas, extensamente ramificadas, de El Imperio Ruso. Pero sobre todo, como su título acierta, de contenidos terribles. A pesar de ser un adolescente, me cautivaron enormemente las imágenes fotográficas y las tramas enrevesadas. Éstas últimas me mantuvieron clavado en el asiento, no recuerdo por cuanto tiempo, mientras trataba de entender y darle sentido al amasijo de situaciones dramáticas. No recuerdo mucho los temas, pero si se grabó en mi mente la realización de ser la única persona que había soportado ver la película hasta su desenlace trágico final. 

 

Reto al lector a que vea IVÁN EL TERRIBLE (Serguéi Eisenstein versión). En cuanto a fotografía, es una obra maestra del arte cinematográfico. Pero sobre todo porque refleja, y ayuda a entender, las diferentes ideologías y manifestaciones culturales que conforman el rompecabezas de la compleja historia de Rusia.




14 de marzo de 2022

La Guerra en Ucrania: NIÑOS DE LA ERA SOVIÉTICA (ahora ancianos) HUYENDO DE RUSIA


BBC News - La invasión rusa de Ucrania ha destrozado la vida de millones. Muchos de los que huían del país crecieron bajo el comunismo cuando Ucrania era parte de la URSS, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. 
Fergal Keane, de la BBC, conoció a dos miembros de esa vieja generación en una estación de trenes en Lviv, al oeste de Ucrania. Desde ella intentaban escapar hacia Polonia.




Cuando era soldado en Afganistán, solo estaban él y los hombres con los que luchó. Luchar contra los muyahidines en Kandahar significaba cuidarse los unos a los otros. Nadie más importaba. Los hombres recibían sus órdenes y luchaban.
En aquellos días, Volodymyr Dehtyarov era un soldado de la URSS, sin saber en ese entonces que la misión de salvar al régimen pro-Moscú en Kabul estaba condenada al fracaso.

"Nos daban órdenes y cumplíamos con nuestro deber", me dice. El anciano soldado hace una larga fila en la estación de tren de Lviv, esperando ser evacuado a Polonia junto con su hija, su nuera y cuatro de sus nietos. Su hijo y un nieto autista han tenido que quedarse en Mykolaiv, al sur de Ucrania.

En sus fotografías en blanco y negro de esa otra guerra, el fondo está blanqueado de detalles por la dura luz del sol. En una de ellas, está parado confiadamente con el arma acunada en sus brazos.
Las fotos, como sus medallas de servicio afgano, son recuerdos de un poderío que alguna vez fue grandioso, y de una época de camaradería forjada en la batalla.




Pero el Ejército Rojo feneció hace mucho tiempo atrás. Esta nueva guerra ha roto su amistad con los veteranos rusos con los que una vez luchó.
"Ya no nos hablamos", dice.
Volodymyr se retiró del ejército con el rango de teniente coronel. Está consciente de la propaganda con que el gobierno ruso alimenta a sus ciudadanos, caracterizando a Ucrania como un estado dirigido por nazis y fascistas.
Cuando le pregunto qué piensa de esas etiquetas, se ríe. Es una risa larga y amarga. Agita un brazo hacia la multitud de mujeres, niños y ancianos que están haciendo fila a su alrededor.
"Esa es una buena pregunta. ¿Aquí? ¿Nazis? ¿Fascistas? ¿Esta gente? Chicos, ¿de qué están hablando? Estos no son fascistas o nazis. Mírenlos. Son ucranianos. Es simple".
El veterano y su familia abordaron un tren hacia Polonia. Está esperanzado de ir más al hacia el oeste, más adentro de la Unión Europea. Y como todos los demás aquí, no tiene la menor idea de cuánto durará el exilio.




En la misma dirección, pero sola, va la anciana de 82 años Valentyna Malyshkina,  de Kryvyi Rih en el centro de Ucrania. Tiene un papel en su mano, en el que está escrito el número de teléfono de su hija.
Nos explica que no tiene un teléfono móvil, pero espera pedir prestado uno a un voluntario cuando llegue a Polonia.
¿Adónde iba exactamente? No lo sabía ¿Alguien se va a encontrar con ella? Una vez más, no estaba al tanto de que nadie la esperara en Polonia. Pero hasta ahora los voluntarios habían sido amables. Le habían dado comida.
Cuando su presión arterial subió, y se sintió mareada, le dieron una tableta para colocarla debajo de la lengua y así aliviar los síntomas del mareo. Alguien le había encontrado una silla.
Cada vez que la cola avanza, alguien la ayuda a ponerse de pie para avanzar.
“No sé nada. Me voy. Y ya está”, dice. "Espero que haya buena gente. Eso es todo. Creo que no me dejarán atrás".

Por un momento pensé que ella era valiente en tener tanta confianza en la amabilidad de los extraños. Sin embargo, todo lo que he visto en la estación de Lviv, y todo lo que he oído sobre la recepción dada a los ancianos en Polonia, sugiere que Valentyna tiene razón. 
Habrá acogida y consuelo para la anciana, a medida que avanza en ese paisaje desconocido, en la novena década de su vida.



Traducción al español de Oliverio Funes Leal