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26 de marzo de 2009

Otro color para una Cuba rosa, por Norge Espinosa Mendoza


Artículo publicado en la sección “Opiniones sobre la jornada” del sitio de La Diversidad es Natural: campaña por el respeto a la libre orientación sexual, patrocinado por el CENESEX.


OTRO COLOR PARA UNA CUBA ROSA, por Norge Espinosa Mendoza.





LA DIVERSIDAD ES NATURAL: Campaña por el respeto a la libre orientación sexual (1).


La "Campaña por el respeto a la libre orientación sexual" del 2009 se iniciará el jueves 26 de marzo en la Casa Estudiantil de la FEU de la Universidad de La Habana, con un conversatorio sobre el tema a partir de las 5 de la tarde con los estudiantes universitarios.

La conferencia-debate será dirigida por la Directora del CENESEX, Mariela Castro, y dejará inaugurado un espacio en ese lugar para la reflexión sobre estos tópicos, los segundos y cuartos jueves de cada mes...

CLIC EN EL TÍTULO DE LA ENTRADA PARA VISITAR EL SITIO ORIGINAL.


22 de marzo de 2009

Iglesia en Cuba cuestiona que gobierno promueva homosexualidad en la Isla.


DIVERSIDAD SEXUAL
EN PIRAS ECLESIÁSTICAS

EN ESTA SECCIÓN, GLADIOLO SOY TRAE AL LECTOR ARTÍCULOS CON ANÁLISIS SIMPLISTAS, CONDESCENDIENTES Y CONTRADICTORIOS QUE PRETENDEN EXPLICAR LA HOMOSEXUALIDAD DE UN MODO COMPASIONADO, PERO QUE EN REALIDAD INTENTAN AGRUPAR A LOS MIEMBROS DE LA DIVERSIDAD SEXUAL EN UNA CATEGORÍA DE DESCARRIADOS IRREPONSABLES - AMORAL Y ESCASOS PRINCIPIOS - QUE NECESITA SER GUIADA DE VUELTA AL REBAÑO IDEAL. 

MIEMBROS DE ALGUNAS INSTITUCIONES RELIGIOSAS, CON LOS DE LA IGLESIA CATÓLICA A LA CABEZA, ALEGAN QUE LA "CONDUCTA HOMOSEXUAL", EN PARTICULAR, ES DAÑINA AL INDIVIDUO Y PELIGROSA PARA LA SUPERVIVENCIA DE LA FAMILIA Y EL GÉNERO HUMANO. CON ESTE CRITERIO, CONSIDERADO POR MUCHOS COMO ALTRUÍSTA Y JUSTIFICADO, TRATAN DE EXPLICAR LOS INTENTOS POR ACALLAR A QUIENES, A NIVEL MUNDIAL, LUCHAN POR ALCANZAR IGUALDAD DE DERECHOS HUMANOS.




LA HABANA, 25 Jun. 08 / 08:35 pm (ACI).- A través de la revista Palabra Nueva, la Arquidiócesis de La Habana cuestionó que se promueva la homosexualidad en la isla, con medidas gubernamentales que incluyen autorizaciones para cambios de identidad en documentos, operaciones de cambio de sexo y la eventual legalización de las uniones homosexuales (lea el altículo ¿Llegamos o nos pasamos? en la mencionada revista)

El Arzobispo de La Habana, Cardenal Jaime Ortega, dedicó una nota en la última edición de la publicación titulada "Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales".

El Purpurado aplaudió "los esfuerzos por humanizar la vida social" cubana condenando la "homofobia" pero cuestionó las campañas que van "más allá de combatir el rechazo o el maltrato a las personas homosexuales, para entrar en tópicos acerca del homosexualismo que, con pretensiones científicas a veces, o recurriendo al llevado y traído tema de los ‘derechos humanos’, han levantado debates y suscitado posturas antagónicas en los estados del primer mundo, que pudieran ser ubicados bajo el inflijo de una vieja ideología liberal sustentadora del ‘todo vale’, que exalta la libertad individual hasta cotas inaceptables".

"Comprendo que resulta difícil sustraerse al influjo de esos centros de poder. Cuba lo ha hecho y lo hace en otros ámbitos, pero en este tema muchos de los fieles de nuestras comunidades se sintieron sorprendidos y disgustados y nos pidieron una palabra nuestra, de la Iglesia, sobre el probable reconocimiento legal de las uniones homosexuales, la eventual adopción de niños por esas parejas o la orientación dada a los padres de familia y aún a los preadolescentes y adolescentes acerca de la preferencia sexual escogida libremente por cada niño o niña", advirtió.

En la misma edición, el director de Palabra Nueva, Orlando Márquez, publicó un artículo titulado "¿Llegamos o nos pasamos?" en el que recoge el malestar de muchos cubanos por la difusión en la televisión estatal del filme Brokeback Mountain –sobre dos vaqueros homosexuales– y la promulgación de una resolución del Ministerio de Salud Pública que autoriza los cambios de sexo a quienes sean diagnosticados como transexuales.

"La actual campaña desde las alturas gubernamentales tiene más bien la apariencia del desagravio, porque fue precisamente después de 1959, con el propósito del ‘hombre nuevo’, que la homofobia se impuso a base de carros jaula, prisión, trabajos agrícolas y la ‘invitación’ a emigrar. Bien por el desagravio y el respeto, pero hay un peligro si de la campaña por el respeto se pasa a la promoción y a la presentación de la homosexualidad como algo ‘normal’, máxime si tal campaña se comienza a lanzar desde las tempranas edades de nuestros niños y adolescentes", indicó Márquez.

Asimismo, pidió "respeto a la persona homosexual sí, promoción de la homosexualidad no. Caminamos por el filo de la navaja cuando, desde las mismas instituciones estatales, se promueven programas que pueden socavar los fundamentos de la sociedad. La conducta homosexual no es nueva, pero la agenda internacional que promueve desde todos los niveles el homosexualismo sí".

"Respeto a la persona homosexual, por su condición de persona, sí; convertir el programa en una prioridad del Estado cuando hay otras urgencias", señaló el periodista y agregó que "quizás ya hemos tocado fondo con la aprobación de las operaciones de cambio de sexo y de identidad".

Según informaron varias agencias de prensa, esta campaña a favor de la homosexualidad ha sido impulsada por la sexóloga Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual.


18 de marzo de 2009

DIÁLOGOS GLADIÓLICOS # 1: ¿ Por qué escogiste mi nombre?

GLADIÓCRATES


PABLO – ¿Qué te parece la ilustración?

GLADIOLO – ¡Apretaste! ¿Dónde la encontraste?


PABLO – Bueno, la idea principal de estos diálogos es exponer algunos de nuestros asuntos, parodiando los Diálogos Socráticos de Platón… Se me ocurrió la idea de travestir esta imagen de Sócrates, darle algunos retoques femeninos. ¡Si no te gusta, hago otra cosa!


GLADIOLO – ¡Qué falta de respeto a ese gran filósofo! No… está bien, me gusta. Es chistosa y tiene caché. Además, no creo que estés muy lejos de la realidad. ¿Sabes por qué? Estos pensadores antiguos eran muy sabios; y tienen el halo de honorabilidad que proporciona el paso de los siglos y sus ideas brillantes. Pero eran también seres humanos. Y algunos de ellos tenían “debilidades”, como cualquier otro humano, lo único que debían soterrarlas. Nosotros tenemos ahora el chance de destaparnos. Pero dime… ¿Por qué usaste mi nombre para identificar tu bitácora?


PABLO – Admiro y respeto mucho tu integridad de carácter. A pesar de las adversidades, traiciones y discriminaciones; e incluso, el maltrato físico, emocional y sicológico que has sufrido en muchas ocasiones, has mantenido íntegra y sana tu identidad de género. No solo eso, has crecido personal y profesionalmente. Has conservado el amor al prójimo y la capacidad de ayudar a otros. Y sobre todo, no odias o te aislas socialmente, a pesar del rechazo que has sufrido.


GLADIOLO – Gracias por tus palabras, Pablo. Créeme, agradezco tu reconocimiento; sé que eres honesto cuando te expresas así. No es incredulidad - nos conocemos desde hace muchos años - ¡pero es que nos parecemos como el día a la noche! Sabiendo - por experiencia propia - lo difícil que es identificarme con aquello que está más allá de míi ámbito, ¡me es trabajoso comprender cómo has sobrepasado esa barrera, y simpatizas con mi realidad que es tan diferente a la tuya!


PABLO – ¿De verdad crees que somos como el día a la noche? No estés tan segura de esa afirmación. En lo que respecta a la sexualidad, hay quienes dudan o no llegan a estar en paz consigo mismos nunca. Otros - y ese es tu caso - no saben lo que significa la confusión yel batallar diario de sentimientos encontrados. Tú podrás entender racionalmente esto que te estoy diciendo. Pero nacida aceptándote tal y como eres, o criada con amor incondicional y asegurador - o quizás una combinación de ambas circunstancias - no experimentaste los conflictos que trastocan el desarrollo personal, o llevan a la autodestrucción.


GLADIOLO – ¡He, un momento!, ¡No lo pongas tan fácil! No fue como que nací y mis padres aceptaron que estaba en un cuerpo equivocado. Y empezaron entonces a vestirme de niña y darle muñecas a la princesita! Primero, no fue fácil aceptarme a mí misma y después darme a respetar. Lo más trabajoso fue sobreponerme a los rechazos, el aislamiento y las humillaciones de todo tipo.


PABLO – Eso está claro para mí, Gladiolo. Disculpa si no me expliqué bien. Mi intención no fue disminuir tu experiencia. Por supuesto, sé que has pasado por muchas situaciones penosas. A lo que me refería era que tu identidad, por alguna razón que ya no importa aclarar, estaba definida al nacer. ¡Si, señora…


GLADIOLO – ¡...ita, por favor, señorita. No estoy casada todavía! ¡Je…!


PABLO – Perdón, señor...ita. Tu identidad pudo haber sido lastimada más tarde por obstáculos y peligros. Pero estaba intacta en tí, lista para expresarse libremente. ¿Por qué? ¡Quién sabe y - además - qué importa! Quizás tienes un poder, como esos minerales radioactivos que - bien utilizados - encierran una energía aprovechable.


GLADIOLO – ¡Ah, eso sí, yo siempre he sido explosiva! ¡Me gusta tu teoría de mi poder termonuclear! …¡No me mires así, estaba jodiendo, ok.! En serio ahora, ¿me estás diciendo que naciste sin esa fuerza, sin esa seguridad de identidad? ¿Y por qué no?


PABLO – Tú nunca batallaste contigo mísma. No has tenido confusión de identidad alguna. Siempre supiste quien eras. Cierto, has tenido que luchar para que se acepte tu definición de tí misma; o al menos, para que se te respete. Mi situación fue diferente. En cuanto a mi identidad de género - te confieso - no estuve seguro por largo tiempo. Sobre todo durante la pubertad, cuando me di cuenta que los hombres eran quienes me atraían físicamente. Comencé a cuestionar mi identidad masculina tan pronto como me di cuenta que ni quien me atraía sexualmente - 
ni la mayor parte de mi mentalidad - se correspondían con mi envoltura física. Un ejemplo... ¡no te rías! Hubo un tiempo en que dudé cómo debía orinar: de pie, como los hombres; o sentado, como las mujeres. Ridículo y patético, ¿verdad? Pero los trastornos de identidad - ya sean de género, orientación sexual u otros relacionados a estos temas - han sido problemas estigmatizados y secretos que han atormentado por milenios a generaciones de seres humanos. A quien se le inculcaba o exigía, desde temprana edad, silenciar y negar la realidad de sus sentimientos, la coerción se justificaba porque pretendía proteger su integridad individual; pero más importante, porque se protegía el honor de la familia frente la opinión pública y, sobre todo, ante las instituciones más importantes de la sociedad. Por cierto, si te interesa saber en que terminó mi “conflicto" urinario, te diré que mi envoltura masculina terminó alienándose con el aspecto masculino de mi mentalidad. Triunfó la envoltura sobre el contenido, en detrimento de lo más genuino: mi feminidad.

GLADIOLO.– ¡Vaya…, nunca me habías hablado de esto! ¡Ahora comprendo lo que decías al principio! Es cierto, nunca tuve ese tipo de conflictos. Siempre estuve segur del modo que era. Tuve dificultades, es verdad; pero entendía el rechazo y sus motivos. Eso me ayudó a perdonar o ignorar la intolerancia, a no dejarme anular por el miedo y la vergüenza que provocan. En aquel entonces no estaba muy consciente de ese entendimiento, ni tenía idea clara de como explicar ese poder. Todo era muy intuitivo y natural, pero muy efectivo en cuanto a resultados. Era como un escudo invisible me protegiera de las agresiones externas, y hasta de mi propia negatividad; que me servía también para filtrar, dejando fuera lo dañino y permitiendo el paso de lo que fuese positivo y de buen uso.

PABLO.– Pero… ¿por qué esa seguridad, Gladiolo? ¿Por qué esa... inmunización contra el miedo, la duda, la vergüenza que paraliza a tantos?


GLADIOLO.– No sé, no puedo explicarte, Pablo, sin caer en especulaciones. Y para serte sincero, no me interesa indagarlo tampoco. Hubo una época, durante mi juventud, cuando quise encontrar respuestas. Hasta que me di cuenta que, en mi caso, éstas eran una pérdida de tiempo; que importaban un comino porque lo principal era que ya estaba resuelto. ¿Has visitado alguna vez esos sitios católicos de internet que ofrecen “respuestas y soluciones” al ‘problema’ de la homosexualidad? Tras una larga lista de posibles causas, explicaciones y desastrosas consecuencias - que más bien reflejan las tribulaciones de quien la escribe - los ejercicios exorcistas ofrecidos son la negación, la evasión y el silencio. Llegó un momento en que - para mí - buscar explicaciones era seguirle el juego a quienes persistían en cuestionar la validez de mi identidad. Era continuar un círculo vicioso que solo servía para desviar mi atención del asunto principal.


PABLO.– ¿Y qué era…?


GLADIOLO.– Ser.


PABLO.– ¿Ser?


GLADIOLO.– Si, ser. Como en el famoso 'ser o no ser, ésa es la cuestión' de Shakespeare. Así de simple, aunque suene a cliché.


PABLO.– No, tienes razón, así es. En muchos casos, lo complejo es algo que se llega por medio de la simplicidad. Se ve mucho en los avances tecnológicos modernos, en el arte contemporáneo, en los descubrimientos médicos y en las exploraciones del cosmos. ¿Conoces la anécdota de Picasso en un café parisino?... a quien un turista norteamericano le pidió que le pintara - en una servilleta - una de sus palomas estilizadas y…?


GLADIOLO.- ¡Ay si, ya me la has contado un montón de veces! No te me vayas más por las ramas, y respóndeme... ¿Por qué escogiste mi nombre para nombrar tu bitácora?


PABLO.- ¿Creo que ya te lo expliqué, no?

GLADIOLO.- Si, pero quiero oir más, chica.

PABLO.– Pues simplemente puesto: porque en el amplio Arco Iris de la Diversidad Sexual, siendo parte del grupo más incomprendido - incluso dentro de la propia comunidad LGBT - sintetizas cualidades que valoro enormemente: firmeza de carácter, valor, simpatía y mucho amor. Porque deseo asociar mi jornada por la vida con esos valores que te hacen tan especial; porque deseo compartirlos con quienes saben apreciarlos y, quizás, sean motivo de inspiración para quienes los necesiten. ¿Satisfecha, bella madonna?


GLADIOLO.– ¡Ay, si,…muchas gracias! ¡Mira, me has puesto la piel de gallina!


PABLO .– …de gallina vieja, ¿no?


GLADIOLO.– ¡Vete pa’l cipote, anda!


PABLO.- ¡A ese restaurante iba! ¿Me acompañas, por favor?