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6 de agosto de 2020

Turquía Llora a un Venerado Artista Travesti


👑 
' La Reina Muere '
' Kraliçe ölür '

            Seyfi Dursunoglu, burócrata y su Virgen Gruñóna
De adolescente fue un devoto, pero de adulto fue bien irreverente. Eso sí, siempre amable y legó su fortuna a la caridad. Era grande y ruidosa. En sus propias palabras, fea para los demás. Para sí misma, era hermosa con su peluca rubia, sus pechos improbables... y una lengua tan afilada como una ortiga. Él era Seyfi Dursunoglu, un burócrata cualquiera. Ella era la Virgen Gruñóna, la persona que comenzó a habitar en la década de 1970. Al principio en pequeños clubes, y luego en la televisión nacional, en su camino para convertirse en la reina travesti más querida de Turquía. Eran la misma persona, y murieron el 17 de julio a los 87 años.
Ser gay o trans siempre ha sido difícil en la Turquía de mayoría musulmana. Pero la homofobia ahora se ha convertido en política. Solo durante el último mes, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, calificó el movimiento LGBT como una "perversión maldita" y un intento de "envenenar las mentes jóvenes". Mientras tanto, sus funcionarios obligaron a Netflix a cancelar un nuevo espectáculo porque presentaba un personaje gay. Erdogan también consideró retirarse de una convención sobre violencia contra las mujeres porque contenía referencias a minorías sexuales. 
La paradoja de esta situación es que muchos de los cantantes y artistas más famosos de Turquía han sido homosexuales o travestis. Algunos de ellos todavía aparecen en la televisión. La cultura dominante en Turquía continúa dando la bienvenida a las celebridades homosexuales, siempre que no discutan abiertamente su sexualidad. La Virgen Gruñona sobrevivió a una docena de primeros ministros. Pero a medida que la política de Turquía se ha vuelto más islámica, más nacionalista y populista bajo Erdogan, ella no pudo mantenerse al día con la nueva realidad. En 2007, el comité de vigilancia de los medios de comunicación del país la desterró del aire. 
Hoy en día, los programas de televisión turcos están cada vez más poblados por guerreros otomanos y comandos del ejército. Y los programas de noticias con mártires, traidores y terroristas. Ministros de apariencias muy masculinas, con caras muy serias y preocupadas, suelen jurar con proteger a la nación de los complots extranjeros. ¡Parece que Turquía está perdiendo contacto, rápidamente, con su intrínseco lado femenino!

 

Ortiga (Urtica dioica)



Traducido por Oliverio Funes Leal.