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25 de octubre de 2020

El Fiasco, por el Recorte de la cita de unión civil del Papa en 2019...

...intensifica el impacto del documental.
Por NICOLE WINFIELD


El director Evgeny Afineevsky recibe el premio Kineo Movie for Humanity en el 

Vaticano por la película “Francesco", el jueves 22 de octubre de 2020.



23 de octubre de 2020
ROMA - Se suponía que el estreno mundial de un documental sobre el Papa Francisco había sido un punto brillante para un papado encerrado por una pandemia y asediado por un escándalo de corrupción, recordando los días de gloria de Francisco viajando por el mundo para bendecir a los oprimidos.

Pero el lanzamiento de alfombra roja de "Francesco" ha sido todo menos brillante, con evidencia de que el Vaticano censuró al Papa el año pasado al eliminar su respaldo a las uniones civiles entre personas del mismo sexo en una entrevista, solo para que las imágenes censuradas resurjan en la nueva película.

Aparte de la tormenta incendiaria que crearon los comentarios, el fiasco de "Francesco" ha puesto de relieve las heridas de comunicación, a menudo auto-infligidas del Vaticano, y la voluntad de Francisco de impulsar su propia agenda, incluso a expensas de alimentar el rechazo de los católicos conservadores.

El retroceso fue rápido, y provino de rincones predecibles: el cardenal Raymond Burke, el némesis frecuente de Francisco en asuntos de doctrina, dijo que los comentarios del Papa carecían de cualquier "peso magisterial". Pero en un comunicado, Burke expresó su preocupación de que tales opiniones personales provenientes del Papa "generen un gran desconcierto y causen confusión y error entre los fieles católicos".

El alboroto comenzó el miércoles con el estreno mundial de “Francesco”, un largometraje sobre Francis y los temas que más le preocupan: cambio climático, refugiados y desigualdad social. A mitad de la entrevista, Francis ofrece la cita explosiva de que los homosexuales merecen ser parte de la familia, y que él apoyó anteriormente las uniones civiles, o una "ley de convivencia civil", como dijo en español, para darles protección legal.

Christopher Lamb, de la revista británica The Tablet, señaló el viernes que en algunos países los derechos de los homosexuales son una cuestión de vida o muerte, y que Francisco simplemente estaba posicionando a la iglesia para defender a los católicos LGBT de una discriminación quizás mortal.
"El Papa está dispuesto a 'romper algunos platos' para asegurarse de comunicar este mensaje de compasión basado en el Evangelio", tuiteó.
Pero el contenido de las palabras del Papa casi se perdió en la controversia que siguió sobre su origen.

Al principio, el director de cine Evgeny Afineevsky afirmó que Francis se los hizo directamente. Luego, uno de los asesores de medios de Francisco dijo que provenían de una entrevista de 2019 con la emisora ​​mexicana Televisa y, como resultado, eran noticias viejas.
Televisa confirmó el origen de las citas, pero dijo que nunca se transmitieron. Una fuente en México dijo que el Vaticano, que usó sus propias cámaras para filmar la entrevista y luego proporcionó imágenes sin procesar a Televisa, había eliminado la cita de unión civil en cuestión. La fuente habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar con la prensa.

El Vaticano se ha negado a comentar, e impuso una especie de bloqueo mediático sobre el asunto. Ninguno de los medios internos del Vaticano ha informado sobre la cita cortada, y el viernes el diario Il Fatto Quotidiano citó un correo electrónico de un miembro del personal del Ministerio de Comunicaciones del Vaticano, a otro miembro del personal, diciendo que no habría ningún comentario, pero que “conversaciones están en marcha para hacer frente a la actual crisis de los medios".

No era la primera vez que la oficina de comunicaciones del Vaticano entraba en crisis por imágenes aparentemente manipuladas. En 2018, Francisco despidió al primer jefe de la oficina, monseñor Darío Vigano, después de que éste describió erróneamente una carta privada del Papa retirado Benedicto XVI. Luego, Vigano hizo que se manipulara digitalmente una foto, y que fuera enviada a los medios de comunicación.

En ambos casos los periodistas, que deben seguir las reglas del Vaticano para aceptar material de archivo de eventos cubiertos exclusivamente por cámaras del Vaticano, fueron engañados cuando asumieron que la Santa Sede acataría la ética periodística tradicional, y les proporcionaría imágenes inalteradas.

Coincidentemente, fue Darío Vigano quien consideró por primera vez la idea de un documental sobre Francis por Afineevsky, quien había sido nominado a un Oscar por su documental "Winter on Fire: Ukraine's Fight for Freedom" ("Invierno en llamas: la lucha de Ucrania por la libertad") en 2015, y el cual inauguró el Festival de Cine de Venecia de ese año.

En una entrevista el 14 de octubre con The Associated Press, Afineevsky dijo que él le había pedido al director del festival de Venecia, Alberto Barbera, que lo ayudara a abrirse camino con el Vaticano, y que Barbera le había enviado un correo electrónico de presentación a Vigano a fines de 2017.

Afineevsky dijo que Vigano, un conocido cinéfilo, ya estaba familiarizado con su trabajo y estaba abierto a la idea.
“Pero me dijo: 'Anda. Comienza. Hazlo. No te prometo nada. Ya veremos '”, afirmó Afineevsky.

Después de la destitución de Vigano, su reemplazo, Paolo Ruffini, mantuvo abierta las líneas de comunicaciones, así como las puertas de los archivos de la televisión del Vaticano.
Afineevsky tenía libertad de acción, y los utilizó para contar la historia conmovedora de los siete años del papado de Francisco, en gran parte a través de los ojos de las personas a las que impactó. Apareciendo en medio de un escándalo de corrupción en el Vaticano, que dominó los titulares italianos durante meses, el documental proporcionó el perfil nostálgico de un papado trotamundos y que, de alguna manera, terminó con el surgimiento de la epidemia mundial del COVID-19.

Hacia la mitad de la película, Afineevsky relata la historia de Andrea Rubera, un católico gay casado que le escribió a Francisco pidiéndole consejo sobre cómo traer a su iglesia, junto con su esposo, a sus tres hijos pequeños.
Fue una pregunta angustiada, dado que la Iglesia Católica enseña que las personas homosexuales deben ser tratadas con dignidad y respeto, pero que los actos homosexuales son "intrínsecamente desordenados". La iglesia también sostiene que el matrimonio es una unión indisoluble entre un hombre y una mujer y que, como resultado, el matrimonio entre homosexuales es inaceptable.

Al final, Rubera relata cómo Francisco lo instó a acercarse a su parroquia de manera transparente, y a criar a los niños en la fe. Rubera siguió su consejo y logró este objetivo. Después de que termina esta anécdota, la película corta hacia los comentarios de la unión civil de Francis en la entrevista de Televisa.
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Aunque no estaba claro en el documental, Francisco simplemente estaba refiriéndose a su posición cuando era arzobispo de Buenos Aires. En aquel entonces, el ex Cardenal Jorge Mario Bergoglio respaldó la extensión de las protecciones legales de unión civil a las parejas homosexuales, como una alternativa a los movimientos para aprobar los matrimonios entre ellos, algo a lo que Francisco se opuso firmemente.


En esta fotografía de archivo del 21 de mayo de 2015, Angelo Albanesi (izquierda) y Pier Giorgio 

De Simone esperan que un funcionario municipal registre su unión civil durante una ceremonia

en el Campidoglio Capitol Hill de Roma.



Como cuenta el biógrafo de Francisco, Austen Ivereigh, en "El gran reformador", Bergoglio había ministrado a muchos católicos homosexuales en Argentina. "Él conocía sus historias de rechazo por parte de sus familias", escribió Ivereigh, y les dijo a los activistas homosexuales que "él favorecía los derechos de los homosexuales, así como el reconocimiento legal de las uniones civiles, a las que las parejas homosexuales también podían acceder".

Lo que ata al Papa, en su creencia, es un documento de 2003, de la Oficina de Doctrina del Vaticano, que establece que el respeto de la iglesia por los homosexuales "no puede conducir de ninguna manera a la aprobación del comportamiento homosexual, o al reconocimiento legal de las uniones homosexuales".

Ivereigh escribió que ese documento se emitió después de que Roma criticara a Bergoglio por negarse a hablar enérgicamente en 2002, cuando Buenos Aires extendió la protección de las uniones civiles a las parejas homosexuales en la región capitalina. Como Papa, Francisco nunca se había manifestado públicamente a favor de las protecciones legales para las uniones civiles, y tampoco ningún pontífice antes que él lo había hecho. De hecho, lo más cerca que había estado Francisco antes, fue una entrevista de 2014 con el Corriere della Sera. En ella habló, en términos generales, sobre la necesidad de evaluar dicha legislación. Esa entrevista fue seguida de una aclaración, por parte de un enlace de medios del Vaticano, al siguiente día.

El reverendo James Martin, uno de los principales líderes sacerdotales de los católicos LGBT, dijo que las controversias, sobre los comentarios del Papa, al final serían útiles.
"La intriga sobre el origen del video, y la reacción explosiva al apoyo continuo del Papa a las personas LGBT, hacen que las palabras del Papa parezcan más peligrosas y, por lo tanto, más poderosas", dijo. 


En esta fotografía de archivo, del sábado 6 de diciembre de 2008, dos hombres se besan frente

 a la Plaza de San Pedro en el Vaticano durante una manifestación, 

a la luz de las velas, por los derechos de los homosexuales.




Traducido por Oliverio Funes Leal