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13 de octubre de 2020

Fondo y Figura


Autorretrato 


Caminaba por las salas del Museo de Arte Moderno en San Francisco, cuando un resplandor verdoso en el rabillo del ojo izquierdo hizo desviar mi atención hacia esa dirección. Al fondo, un amplio y sencillo ventanal ofrecía una visión de natura, tan inesperada en ese ambiente, que en un inició pensé era una obra de arte más, colocada allí intencionalmente para contrastar con las piezas abstractas expuestas.

Mientras me acercaba al sitio, hipnotizado como alevilla hacia una fuente de luz - y dejando a un lado temporalmente la exhibición - especulaba: ¡alguien entre los expositores, o el museo mismo, busca asombrar con el contraste!
Pero no, la visión era exactamente eso, un espacioso panel de vidrio transparente, separado unos dos metros de la pared cubierta de plantas del edificio contiguo. La variedad de matas, y las técnicas utilizadas para lograr esa exuberancia vertical, debieron ser resultado de un magnífico y bien calculado trabajo de jardinería. El espacio en mi autorretrato es solo un fragmento unidimensional, que apenas capta la belleza del efecto original. 

Al alejarme un poco, intentando un mejor encuadre fotográfico, una figura espectral salió con cautela de la espesura hasta definir una imagen: mi reflejo, causado por la iluminación concentrada proveniente del techo de la sala.
No es la primera vez que "fantasmas" aparecen en mis fotos con paneles de cristal transparente. Estoy seguro que otros fotógrafos han experimentado lo mismo. En un inicio, los consideraba intromisiones jodionas, pero ya no más. A no ser un caso de daño extremo, para mí esos "fantasmas" muchas veces enriquecen el contexto. 
En ocaciones, como en esta foto del sarcófago de Cleopatra en el Museo de Londres (existen "otras momias" de ella por ahí), pueden ser chistosa o, por el contrario, provocar escalofrío: eso... ¡según la personalidad del observador!


Sarcófago con un "fantasma" turista en su decorado interior.
La cabeza "fantasma" de Cleopatra flota sobre su momia.